Detuvieron al cantante de "Tito y la Liga" por abusar de una amiga de su hija de 11 años
El hecho habría sucedido en Mar de Ajó en junio del año pasado.
En la cuarta jornada por el crimen del joven, hubo más declaraciones que complicaron a los acusados.
06/01/2023 - 00:07hs
En la cuarta jornada del juicio por el homicidio de Fernando Báez Sosa, nuevos testigos brindaron datos reveladores sobre la paliza que sufrió el joven y complicaron más a los acusados. En ese marco, en la audiencia llevada a cabo ayer en los tribunales de Dolores, hubo una frase que sobresalió por sobre el resto y que estremeció a todos los presentes.
Una de las declaraciones más importantes del día fue la Tatiana Caro, una chica que presenció la brutal golpiza ocurrida en el año 2020 frente a las puertas del boliche Le Brique en Villa Gesell. En su testimonio fue bastante específica, relató que vio el instante preciso en el que sacaron a los grupos a la calle y como unos minutos después comenzaron a pegarle.
Mientras Fernando estaba siendo atacado, Tatiana afirmó que escuchó a uno de los agresores decirle al resto de sus amigos: “Tranquilo que a este negro de mierda me lo voy a llevar como trofeo”. En este mismo sentido, atribuyó las palabras a uno de los Pertossi, aunque no pudo determinar con claridad se trató de Ciro, Lucas o Luciano.
Asimismo, luego la chica continuó con su narración sobre aquella fatídica noche y aseveró que, al momento del inicio de la embestida contra la víctima, ella se encontraba en un bar ubicado en frente a la discoteca. “Vi que Fernando estaba parado y le pegaron de atrás”, expresó, a la vez que relató que tras recibir un golpe en la cabeza el joven cayó al piso y cuando intentó levantarse no pudo hacerlo porque nunca pararon de pegarle.
“No fue una pelea, fue un ataque”
En cuanto a los agresores, Tatiana subrayó la presencia de un chico rubio que vestía camisa oscura que continuó propinándole patadas a la víctima, apuntado a Blas Cinalli como uno de ellos. En sintonía y completamente conmovida por la situación, la testigo manifestó: “Le estaban pegando como a una bolsa de papas, en la cabeza y en el cuerpo, con saña”, y concluyó: “No fue una pelea, fue un ataque”.
Luego de brindar su declaración, al salir de los tribunales Caro, que al momento del hecho tenía 17 años, habló con la prensa y afirmó que por haber presenciado la paliza le quedó una marca muy grande y que, como ella vive en la ciudad donde ocurrió el crimen, cada vez que transita por el lugar donde ocurrió todo le deja una flor a Fernando, aunque trata de evitar pasar por allí.
“Le pedía por favor que se quede conmigo”
Parte de la estrategia de la defensa de los ocho rugbiers acusados apunta a desviar el foco y señalar como responsables a las personas que le realizaron la reanimación a Fernando Báez Sosa la noche del ataque. En ese marco, una de las testigos que estuvo frente a los magistrados fue Virginia Pérez, quien realizó maniobras de RCP al joven.
Sobre lo sucedido, la chica rememoró que intentó ver si Fernando tenía signos vitales y aseguró: “Hubo unos segundos de shock donde yo mantuve las manos en la cabeza y no podía parar de mirarlo fijo a la cara porque le hablaba y le decía Quedate conmigo. Se lo dije mirándolo a la cara para ver si reaccionaba”.
En este mismo sentido, señaló: “Le vi el golpe que tenía en la cara y mismo el golpe en la cabeza. Yo solo pude ver eso porque le presté mucha atención a él a ver si hacía algún gesto, si abría los ojos. No los abrió”.
Sobre lo sucedido en aquella noche y lo que ella pudo observar, especificó: “Era mucha gente pegando, no sabía quién era de qué grupo, solo que había mucha gente pegando a una sola persona mientras él trataba de levantarse”.
Por último, sobre su intervención, afirmó: “Hice pocas compresiones y después le indiqué a la Policía cómo hacerlo”. Cabe recordar que Pérez está certificada por la Cruz Roja para hacer RCP.