Caso Báez Sosa: la testigo aseguró que uno de los rugbiers dijo: “A este negro me lo llevo de trofeo”
En la cuarta jornada por el crimen del joven, hubo más declaraciones que complicaron a los acusados.
En la cuarta jornada del juicio por el homicidio de Fernando Báez Sosa, nuevos testigos brindaron datos reveladores sobre la paliza que sufrió el joven y complicaron más a los acusados. En ese marco, en la audiencia llevada a cabo ayer en los tribunales de Dolores, hubo una frase que sobresalió por sobre el resto y que estremeció a todos los presentes.
Una de las declaraciones más importantes del día fue la Tatiana Caro, una chica que presenció la brutal golpiza ocurrida en el año 2020 frente a las puertas del boliche Le Brique en Villa Gesell. En su testimonio fue bastante específica, relató que vio el instante preciso en el que sacaron a los grupos a la calle y como unos minutos después comenzaron a pegarle.
Mientras Fernando estaba siendo atacado, Tatiana afirmó que escuchó a uno de los agresores decirle al resto de sus amigos: “Tranquilo que a este negro de mierda me lo voy a llevar como trofeo”. En este mismo sentido, atribuyó las palabras a uno de los Pertossi, aunque no pudo determinar con claridad se trató de Ciro, Lucas o Luciano.
Asimismo, luego la chica continuó con su narración sobre aquella fatídica noche y aseveró que, al momento del inicio de la embestida contra la víctima, ella se encontraba en un bar ubicado en frente a la discoteca. “Vi que Fernando estaba parado y le pegaron de atrás”, expresó, a la vez que relató que tras recibir un golpe en la cabeza el joven cayó al piso y cuando intentó levantarse no pudo hacerlo porque nunca pararon de pegarle.
“No fue una pelea, fue un ataque”
En cuanto a los agresores, Tatiana subrayó la presencia de un chico rubio que vestía camisa oscura que continuó propinándole patadas a la víctima, apuntado a Blas Cinalli como uno de ellos. En sintonía y completamente conmovida por la situación, la testigo manifestó: “Le estaban pegando como a una bolsa de papas, en la cabeza y en el cuerpo, con saña”, y concluyó: “No fue una pelea, fue un ataque”.
Luego de brindar su declaración, al salir de los tribunales Caro, que al momento del hecho tenía 17 años, habló con la prensa y afirmó que por haber presenciado la paliza le quedó una marca muy grande y que, como ella vive en la ciudad donde ocurrió el crimen, cada vez que transita por el lugar donde ocurrió todo le deja una flor a Fernando, aunque trata de evitar pasar por allí.
“Le pedía por favor que se quede conmigo”
Parte de la estrategia de la defensa de los ocho rugbiers acusados apunta a desviar el foco y señalar como responsables a las personas que le realizaron la reanimación a Fernando Báez Sosa la noche del ataque. En ese marco, una de las testigos que estuvo frente a los magistrados fue Virginia Pérez, quien realizó maniobras de RCP al joven.
Sobre lo sucedido, la chica rememoró que intentó ver si Fernando tenía signos vitales y aseguró: “Hubo unos segundos de shock donde yo mantuve las manos en la cabeza y no podía parar de mirarlo fijo a la cara porque le hablaba y le decía Quedate conmigo. Se lo dije mirándolo a la cara para ver si reaccionaba”.
En este mismo sentido, señaló: “Le vi el golpe que tenía en la cara y mismo el golpe en la cabeza. Yo solo pude ver eso porque le presté mucha atención a él a ver si hacía algún gesto, si abría los ojos. No los abrió”.
Sobre lo sucedido en aquella noche y lo que ella pudo observar, especificó: “Era mucha gente pegando, no sabía quién era de qué grupo, solo que había mucha gente pegando a una sola persona mientras él trataba de levantarse”.
Por último, sobre su intervención, afirmó: “Hice pocas compresiones y después le indiqué a la Policía cómo hacerlo”. Cabe recordar que Pérez está certificada por la Cruz Roja para hacer RCP.