Crimen en el hotel: los atacantes engañaban a miembros de la comunidad gay para robarles

Las cámaras de seguridad registraron a dos personas vinculadas con ataques similares. Un amigo de la víctima reconoció haber sido víctima de un asalto similar.

Hay novedades en la causa que investiga la muerte de Enzo Aguirre en el hotel de Retiro. Según confirmaron fuentes policiales, las imágenes de los atacantes quedaron registradas en las cámaras de seguridad y pudieron comprobar que los sospechosos son dos sujetos que solían atacar a miembros de la comunidad gay.

A partir de engaños, los sospechosos conseguían una cita con las víctimas y luego los sometían para robarles. De hecho, un amigo de la víctima, al enterarse del hecho, declaró haber sido víctima de un robo igual donde fue amordazado para robarle.

Aguirre fue hallado muerto en un hotel donde vivía del barrio porteño de Retiro. Aseguraron que la muerte fue producto de una asfixia mecánica por obstrucción de las vías aéreas respiratorias.

El jóven tenía obstruidas boca y nariz con un calzoncillo tipo boxer marca "Andros" que fue retirado de la cabidad bucal y una remera azul que estaba firmemente anudada.

Los expertos establecieron la data de muerte en 30 a 36 horas antes del inicio de la autopsia, lo que fija el horario del crimen entre las 20 del jueves y las 2 de la madrugada del viernes.

Al examinar el cadáver, los forenses encontraron que solo vestía ropa interior y que sus asesinos le habían sujetado ambas manos por detrás de la espalda con dos precintos plásticos negros colocados en sus muñecas, que fueron preservados como evidencia.

Los médicos iniciaron la descripción de las lesiones traumáticas que presentaba el cadáver, con seis excoriaciones que Aguirre tenía en la frente y son compatibles con estigmas ungueales, es decir, arañazos.

También encontraron un golpe en el hombro izquierdo que dejó una excoriación en un área de dos por cinco centímetros y que, según el forense, se produjo por el apoyo o choque contra una superficie dura.

Por último, en la parte interna de los labios, se hallaron improntas dentales, es decir, las lesiones que se generan por la compresión de la boca contra los dientes, agregaron las fuentes.

El crimen de Aguirre fue descubierto el viernes a la madrugada, cuando personal de Le Petit Suites, situado en Esmeralda 933, entre Paraguay y Marcelo T. de Alvear, halló al joven muerto en la habitación del segundo piso en la que se alojaba.

Los investigadores de la División Homicidios de la Policía porteña determinaron que el teléfono celular de la víctima había sido sustraído, por lo que una de las hipótesis es que el o los asesinos pactaron un encuentro con el joven para robarle.

En ese sentido, voceros de la pesquisa intentaban reconstruir con quién se citó en el hotel y analizaban las cámaras de seguridad de la zona para tratar de identificar al agresor.

La Policía también procuraba establecer si Aguirre usaba alguna aplicación de citas y, en ese caso, si fue por ese medio que se encontró con la o las personas que finalmente lo mataron.

Al respecto, los policías buscan determinar las últimas comunicaciones que mantuvo la víctima y comenzó a entrevistar a sus allegados para confirmar si les había comentado algo sobre esa posibilidad.