En diálogo exclusivo con Trama Urbana, la víctima dijo que la Policía no solo no se hizo cargo, sino que admitió que ese tipo de atracos suceden a menudo dentro del predio.
Insólito: en la ciudad del robo, donde a diario se producen decenas de atracos de todo tipo, como entraderas, hurtos, arrebatos y escruches, llamó la atención uno en particular porque ocurrió dentro de una Fuerza policial, nada menos. Como tantos otros -la gran mayoría- lamentablemente permanece impune ya que las autoridades policiales nada saben de los responsables pese a que todo ocurrió delante de sus propias narices.
La víctima, en diálogo exclusivo con Trama Urbana, contó que le secuestraron el auto y se quedó cerca de una semana esperando la multa, para después pagarla e ir a retirarlo. Lo cierto es que la misma nunca llegó y, cansado, fue a buscarlo de todos modos. “Cuando lo fui a buscar, estaba con las fajas donde te dice que está secuestrado rotas. Y también estaba abierto”, se lamentó el hombre.
Atónito, se metió al habitáculo para ver si le habían sustraído algo y así descubrió que efectivamente le habían sacado el estéreo que, como si fuese poco, “era nuevo”, detalló el damnificado. Agregó que todo pasó “dentro del Comando de Patrullas La Plata”, ubicado en un predio de 526 y 21, a metros del Estadio Único.
Llamativamente, lejos de hacerse cargo de la situación y hasta de comenzar una investigación, los agentes de esa dependencia deslizaron un comentario poco feliz, que los dejó expuestos: “No solo no se hicieron cargo, sino que me dijeron que estas cosas solían pasar”, dijo el joven, no pudiendo comprender cómo la propia Policía justifica los robos, y más dentro de sus instalaciones.
Terror en Villa Elisa
En tanto, cinco delincuentes con chalecos antibalas ingresaron a tres casas de 424 entre 15 y 16 durante la madrugada del viernes, donde golpearon en la cabeza a sus propietarios y hasta dispararon en tres ocasiones. Una de las víctimas debió recibir cuatro puntos de sutura en el hospital San Roque de Gonnet.
Los malvivientes huyeron con $15.000 y diversos elementos de valor, y hasta el cierra de esta edición permanecían prófugos. “No nos sorprende nada, porque los asaltos acá son moneda corriente, y la Policía está pintada, no hace otra cosa más que liberar zonas”, se quejó un vecino.