Un hombre fue a denunciar un robo a una dependencia policial y terminó confesando una estafa
El hombre terminó aprehendido luego de confesar que el auto no había sido robado, sino que intentaba estafar a una aseguradora.
La víctima del brutal suceso fue una peluquera de 28 años, a quien le sustrajeron también una moto y diferentes elementos de valor.
21/08/2021 - 00:00hs
Una peluquera de 28 años vivió una verdadera pesadilla durante la madrugada de ayer en un sector de Lisandro Olmos, cuando cinco delincuentes ingresaron a su casa, la maniataron, la amenazaron y le quitaron casi $100.000, entre otros elementos de valor. Fuentes policiales informaron a su vez que, al menos hasta el cierre de esta edición, no se habían registrado detenciones.
Por lo que este multimedio pudo averiguar, todo tuvo lugar alrededor de las 2 en una vivienda emplazada en las calles 183 entre 37 y 38, donde se encontraba descansando su propietaria, de nacionalidad boliviana. Entonces, irrumpieron cinco hombres con sus rostros cubiertos por pasamontañas, que pronto causaron verdadero horror. “No se sabe todavía cómo ingresaron, es materia de investigación, aunque le envenenaron al perro y se lo mataron”, admitió un calificado vocero con acceso a la causa, en diálogo con Trama Urbana.
El mismo pesquisa aseguró que si bien a la joven que allí reside “no la golpearon en ningún momento”, sí la sentaron en una silla y la inmovilizaron atándola con “alambres de fardo”. Con la situación dominada, los hampones comenzaron a recorrer cada metro del sitio, con el fin de apoderarse de todo lo que consideraran de valor.
Intervención de la DDI
Así, bajo amenazas, le exigieron a la joven la rápida entrega del dinero que allí había y ella, lejos de resistirse, les dio más de $90.000. Sin embargo, los malvivientes fueron por más y se adueñaron también de un teléfono celular Samsung A30S, elementos de peluquería, ollas, cosméticos, diferentes prendas de vestir y hasta de una moto Gilera VC de 150 cilindradas, que aún no apareció.
“La damnificada en ningún momento refirió haber visto arma alguna”, detalló el jefe de la fuerza consultado y añadió: “Tampoco pudo aportar mucho de los intrusos ya que no pudo verles las caras”.
Sí aclaró que, a la hora de marcharse, lo hicieron en un auto “al cual le costaba ser encendido”, y no pudo precisar hacia dónde huyeron.
Cuando se zafó de las ataduras, se comunicó con el servicio de emergencias 911 y entonces se hicieron presentes los agentes de la zona, mientras que también se les dio intervención a los detectives de la DDI La Plata, para que presten colaboración.
Los numerarios analizan las cámaras de seguridad del área, aunque no son muchas y no se mostraron optimistas en ese aspecto. “Dependemos de que surja en el marco de la pesquisa algún testigo que haya podido ver el suceso o el escape de los responsables”, finalizó el portavoz.
La causa recayó en la Unidad Funcional de Instrucción número 2, donde se abrió una causa penal por el delito de “robo calificado por haber sido cometido en poblado y en banda”.