Discutió con su novio y le destrozó el auto en Gonnet
Los implicados iniciaron una gresca que fue subiendo de tono e intensidad en la zona de las calles 502 y 14, en el sector norte platense.
En la autopsia se extrajo el proyectil de la cabeza de la víctima, fusilada durante una persecución. Se busca establecer de qué arma salió. Profundo hermetismo.
12/05/2024 - 00:29hs
El crimen de Nahuel Silva, el malviviente fusilado de un tiro en el cráneo la noche del jueves en Tolosa, continúa siendo un misterio, ya que las autoridades policiales prefieren no hablar ante la magnitud del suceso y, sobre todo, porque hay agentes de la fuerza involucrados, señalaron ayer voceros judiciales.
“Ninguno quiere hablar”, indicó un portavoz ante Trama Urbana, y otro dijo que “nadie quiere hacerse cargo” de lo acaecido. Lo cierto es que ya se llevó a cabo la operación de autopsia del muchacho de 19 años, que indicó que el mismo recibió un disparo letal en el lado izquierdo de su cabeza, de atrás hacia adelante.
El plomo quedó incrustado en el cráneo y fue extraído por los legistas, por lo que ahora se materializará el cotejo pericial con el fin de dilucidar de qué arma salió. En ese sentido, hay 26 detectives de la DDI La Plata (que participaron del mortal procedimiento) que están siendo investigados por la fiscalía penal en turno, ya que cualquiera de ellos pudo haber sido el tirador. Por lo pronto, sus pistolas reglamentarias fueron secuestradas y serán peritadas.
ADN
Todo proyectil posee pequeñas estrías, como si se tratara de un rastro de ADN, que lo vinculan necesariamente con una pistola, por lo que tarde o temprano se llegará al arma utilizada para matar a Silva, que tenía un frondoso prontuario penal y recaía sobre él un pedido de captura por un crimen perpetrado en diciembre anterior.
Tal como publicó diario Hoy en su edición pasada, a unos metros del cuerpo del hampón había un arma nueve milímetros, con la numeración suprimida, pero se descarta un suicidio ya que estaba a una localización imposible de llegar. La principal hipótesis es que el malhechor entró en un forcejeo con uno de los policías, y la segunda posibilidad es que un uniformado le disparó mientras huía. También se informó que se halló un segundo proyectil en la escena, que será analizado.
El sangriento caso tuvo lugar en 528 y 18 de La Favela, cuando los detectives fueron a detener a Silva por el crimen que al parecer cometió junto a un cómplice. El joven, al verlos, escapó a toda velocidad en una moto, pero poco después perdió el control de la misma, se estrelló contra un poste y cayó. Al ser revisado por los forenses, se descubrió que tenía un tiro en la cabeza.