Liberan a dos policías acusadas del encubrimiento del crimen de Lucas González
Se trata del caso del adolescente asesinado a balazos en noviembre pasado en el barrio de Barracas.
La Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional porteña ordenó la libertad por falta de pruebas de las dos policías de la Ciudad detenidas por el encubrimiento del crimen de Lucas González, el adolescente de 17 años asesinado a balazos en noviembre pasado en el barrio de Barracas, y mantuvo los procesamientos de otros cuatro miembros de esa fuerza de seguridad.
La Sala IV de dicha Cámara, integrada por los jueces Alberto Seijas, Julio Lucini y Mariano Scotto, revocó el procesamiento de Micaela Fariña y Lorena Miño, dictó la falta de mérito "para procesar o sobreseerlas" y ordenó sus inmediatas libertades.
En primera instancia, estas dos policías habían sido procesadas con prisión preventiva junto a los efectivos Roberto Inca, Héctor Cuevas, Fabián Du Santos y Juan Romero.
Todos fueron imputados como coautores del delito "de falsedad ideológica y encubrimiento agravado por la condición de funcionario público por ser el delito precedente especialmente grave", y en el caso de los cuatro primeros también se los acusó de "falso testimonio", todos en concurso ideal.
A su vez, la Cámara confirmó los procesamientos de Inca, Cuevas, Du Santos y Romero "sin perjuicio de la calificación que en definitiva corresponda".
Se trata de la misma Sala que ya confirmó la prisión preventiva para los policías Gabriel Isassi, Juan Nieva y Fabián López, imputados de cometer el homicidio de Lucas y la tentativa en perjuicio de los tres amigos del adolescente asesinado.
En tanto, por el caso también permanecen procesados y detenidos por el encubrimiento del crimen el comisario inspector Daniel Santana, el comisario Rodolfo Ozán, el subcomisario Ramón Jesús Chocobar, y los oficiales Sebastián Baidon, Jonathan Alexis Martínez, Ángel Darío Arévalos y Daniel Rubén Espinosa.
El crimen
El asesinato de Lucas sucedió cerca de las 9.30 del 17 de noviembre último, cuando la víctima y tres amigos de su misma edad salieron de entrenar del club Barracas Central a bordo del Volkswagen Suran del padre de uno de ellos y fueron interceptados por un auto Nissan Tiida de la Brigada de Investigaciones de la Policía de la Ciudad sin patente ni signos de ser policial, del que bajaron tres efectivos armados y sin identificar.
De acuerdo con las pruebas recabadas, los adolescentes creyeron que eran ladrones que iban a robarles, por lo que huyeron del lugar, momento en que los policías les dispararon desde distintos ángulos.
Al menos cinco tiros dieron en el auto y uno de ellos impactó en la cabeza de Lucas, quien horas más tarde murió.