El hecho en cuestión ocurrió el 23 de enero de 2000, cuando el sujeto asesinó de cuatro disparos a Eva Azulina Falcón dentro del consultorio de un centro de salud de Río Grande, provincia de Tierra del Fuego.
Un increíble caso trascendió en las últimas horas, luego de que un hombre, que permanecía prófugo por matar a balazos a su pareja embarazada dentro de una clínica hace 23 años, se entregó ante la justicia para solicitar la prescripción de la causa y su libertad.
El hecho en cuestión ocurrió el 23 de enero de 2000, cuando el sujeto asesinó de cuatro disparos a Eva Azulina Falcón dentro del consultorio de un centro de salud de Río Grande, provincia de Tierra del Fuego. Pocos meses después de haber sido condenado a 20 años de prisión, se escapó de la cárcel y nada se supo sobre él hasta ahora.
El acusado, que ahora tiene 70 años, sorprendió a las autoridades fueguinas al presentarse de manera espontánea ante el Tribunal de Juicio en lo Criminal, donde quedó detenido, aunque su abogado defensor, Alejandro De la Riva, ya presentó un escrito solicitando su libertad debido a la “prescripción del caso”.
A modo de argumentación, el letrado que representa al hombre alegó ante los medios locales que “el plazo de prescripción son 20 años, que es el tiempo en que logró mantenerse prófugo, viviendo en la clandestinidad. Cumplió la pena de esa manera”.
En este mismo sentido, añadió que el homicida “se mantuvo oculto en el norte argentino” y admitió que logró reingresar a Tierra del Fuego, lo que incluye pasar cuatro pasos fronterizos (dos argentinos y dos chilenos) “de manera furtiva” sin documentación personal, y llegó caminando hasta las puertas del tribunal.
Al momento de ser juzgado, no se contemplaba la visión de género respecto del crimen y tampoco se consideró la agravante por el vínculo entre ambos, por lo que no fue condenado por “femicidio”, sino por “homicidio simple”. Es por ello que los jueces no tendrían otro camino que determinar la prescripción y ordenar su liberación.