Mega causa ESMA: sobreviviente contó cómo era violada por represores

Sobreviviente de la detención ilegal en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) relató su pasar en cautiverio y contó cómo, ella y sus compañeras, eran abusadas sexualmente por los represores, durante la última dictadura cívico-militar.

En el marco de la toma de declaraciones por la mega causa ESMA, que investiga sobre delitos de lesa humanidad cometidos en la última dictadura cívico-militar, declararon testigos que sufrieron la detención ilegal, la tortura y la violación por parte de represores militares.

Recorrido por el horror

"A nosotras nos violaban cada vez que pedíamos ir al baño y a partir de eso decidimos no ir más al baño", relató González al declarar como testigo ante el Tribunal Oral Federal 5 mediante videoconferencia desde Suecia, donde está exiliada desde el final de la dictadura, en una audiencia previa al segundo mega juicio por crímenes en la ESMA que empezará a fin de mes.

González, militante de la organización "Montoneros", contó que fue secuestrada el 11 de marzo de 1979 en el centro de la ciudad de Guernica, en el sur del Gran Buenos Aires, por un grupo de hombres que se trasladaban en un auto y desde allí fue llevada a la ESMA.

"Me hacen desnudar. Me sentí absolutamente humillada. Había como 4 ó 5 hombres. En ese momento me revisan la parte anal y la parte vaginal. Aparte manoseándome. Todo a los gritos", declaró cómo fue su llegada a la ESMA.

"Este guardia me va manoseando todo el camino, yo no sabía dónde estaba pero subí escaleras de mármol y después subí escaleras más angostas y este señor en todo momento estuvo manoseándome. La persona que me manoseaba era el que nos llevaba a la sala de tortura y nos traía", agregó.

“Nos violaban cada vez que pedíamos ir al baño”

González relató que en su cautiverio un día, encapuchada, fue violada por un guardia, tras lo cual pedía "por favor" que la lleven al baño a lavarse.

"Cuando llego al baño, los guardias me vuelven a violar", recordó.

"A nosotras nos violaban cada vez que pedíamos ir al baño. En un momento cuando estaban reformando Capuchita (uno de los sectores de secuestro de la ESMA), las mujeres teníamos que orinar en un balde delante de los guardias, y yo encontré una compañera, antes que esté el balde, que cuando fui al baño me dijo también que había sido violada", relató González.

En la ESMA la mujer se reencontró con su marido, quien había sido secuestrado un año antes, y el 13 de noviembre de 1979 le dieron permiso para cuidar a su hijo pero seguía siendo controlada por sus captores.

Luego se exilió en Suecia, donde vive desde el 14 de noviembre de 1983.

Desde ese país, González, con problemas de salud, declaró por videoconferencia como testigo en una audiencia previa del juicio que comenzará el próximo 28 de noviembre, en el que serán juzgados 67 represores en el segundo proceso oral por los delitos en la ESMA.

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