Ensenada: violó la restricción perimetral y le encontraron cinco balas
El hecho ocurrió durante la mañana de ayer en la zona de la calle 128 entre 36 y 37.
La repetición de hechos delictivos motivó que los alumnos pidieran corredores para poder entrar y salir de sus cursadas.
26/06/2022 - 00:00hs
Desde hace varios días una serie de episodios delictivos puso en alerta a los estudiantes de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).
Estos pidieron no solamente que se aumenten los controles en la zona, sino que también exigieron la implementación de corredores seguros para poder entrar y salir de sus cursadas con tranquilidad.
De acuerdo a lo que trascendió, los robos tienen modalidades similares y cuando los alumnos llegan o se van del edificio ubicado en las calles 51 y 123, son emboscados por los ladrones. En este sentido, se supo que los hampones les quitan sus pertenencias y luego se dan a la fuga sin ser identificados, de allí los reclamos de mayor seguridad en el lugar.
Fuentes informaron a diario Hoy que, en las últimas horas, cuando ya había caído la noche, desconocidos apuñalaron a un joven, que tuvo que ser asistido por los propios estudiantes.
Asimismo, semanas atrás, se registró un violento episodio en el que los malvivientes corrieron con machetes durante varios metros a otra de las víctimas de los ataques ocurridos en los alrededores.
Por otro lado, en medio de la bronca por la seguidilla de robos, los alumnos remarcaron que los efectivos policiales no hacen nada. Los implicados serían menores de edad de entre 12 y 15 años, quienes se movilizarían con armas punzantes tanto adentro como afuera de la institución.
Mientras tanto, continúan esperando una respuesta favorable a sus exigencias por parte de las autoridades.
Corredor seguro
El reclamo principal es la implementación de un corredor seguro que les permita asistir a clases con tranquilidad. Para ellos, solicitaron que el mismo culmine en la Facultad de Informática, teniendo en cuenta que para ellos cruzar la rotonda de 122 y 52 se convirtió poco a poco en una tarea cargada de peligrosidad.
En ese marco, según comentaron, los delincuentes esperan agazapados y escondidos a sus presas a la vuelta en la parada del tren universitario, por lo que el riesgo de ser asaltado es inminente, sin poder siquiera esperar tranquilamente el colectivo.