La cúpula de seguridad hizo un insólito enroque de comisarios, que no trajo solución alguna. En La Loma, encañonaron a dos jóvenes y les sacaron un auto, dinero y relojes. En Villa Castells hubo otro alarmazo.
A esta altura del partido, con tantos robos en absolutamente todos los barrios de La Plata (hasta los cerrados), ya no cabe duda alguna que se trata de la peor etapa a nivel seguridad en la ciudad. Los vecinos, hartos y asqueados de la fuerza policial, se cansaron de poner el grito en el cielo y de organizar alarmazos, sirenazos, manifestaciones de todo tipo y reclamos. Sin embargo, la realidad sigue siendo la misma. Nada cambió, pese a los enroques de comisarios. En las últimas horas, se conocieron nuevos ilícitos, y todos con el mismo punto en común: la impunidad. Pese a la gravedad de los hechos, no se produjo detención alguna.
En La Loma, una de las zonas donde más motochorros proliferan, dos ladrones armados y a pie sorprendieron a las 22.30 del jueves a dos jóvenes, que estaban por subirse a un Citroën C4 luego de salir de una casa de 48 entre 24 y 25. Los encañonaron, los amenazaron de muerte y le quitaron el auto y demás pertenencias que llevaban encima, como dinero en efectivo, relojes, celulares, documentación personal y billeteras.
Posteriormente, el coche apareció abandonado y ahora los efectivos de la comisaría Cuarta (que pese a buscar al vehículo no lograron hallarlo por sus propios medios) analizan si los maleantes cometieron con el mismo otros asaltos, como se especula. De los autores del hecho y los otros materiales robados nada se sabe.
“En esta zona no hay patrullaje alguno, estamos a la buena de Dios. ¿Qué duda cabe que el sector está liberado? La Policía trabaja con los delincuentes, los dejan robar tranquilos y se reparten el botín”, comentó un frentista.
En tanto, una lujosa camioneta fue sustraída ayer de Villa Elisa, cuando estaba estacionada en el camino General Belgrano y 423.
“No hay derecho a vivir así”
Además, ayer a las 20.30 vecinos autoconvocados de Villa Castells volvieron a poner en marcha una mecánica ya utilizada semanas atrás: el alarmazo. Hicieron sonar todos juntos las diferentes alarmas y sirenas, para ser escuchados por las autoridades.
La noche del miércoles, tal como diario Hoy publicó en su edición anterior, fue una pesadilla para ese barrio dentro de Gonnet, con decenas de ilícitos y tentativas de entraderas. “Ya estamos cansados. Lo de anoche (por anteanoche) fue terrible. No pude pegar un ojo porque sonaban las alarmas. Tenía mucho miedo y me la pasé mirando por la ventana, cuidando mi casa”, manifestó una lugareña, quien remató: “No hay derecho a vivir así”.
En Barrio Hipódromo, durante la madrugada de ayer cartoneros apedrearon viviendas y cámaras de seguridad de 40 y 121, con el propósito de romperlas. Las víctimas hicieron sonar la alarma comunitaria y los implicados huyeron.
Por último, dos salvajes ingresaron a la finca de una familia de 140 y 527 buscando un dinero que creían, erróneamente, que allí había. Desencajados, mordieron y le fracturaron un brazo a una mujer de 63 años, delante de su nieta de 14. Escaparon con tres pares de zapatillas y celulares viejos y se mantienen en la clandestinidad.