Salvaje robo a las pedradas en un kiosco de plaza Paso dejó un herido

En el centro y a plena luz del día: así fue el nuevo robo, complemente violento, que se registró en nuestra ciudad en las últimas horas. Tuvo como víctima a un comerciante, que terminó herido tras haber recibo al menos un fuerte piedrazo en el tórax de parte de los cinco menores que lo asaltaron de manera brutal. Hasta el cierre de esta edición permanecían en la clandestinidad.

Fuentes policiales le confirmaron a Trama Urbana que todo se desarrolló en un kiosco de plaza Paso, cuando cinco malvivientes, todos menores y por lo menos uno de ellos menor de diez años, ingresaron a las patadas al local, armados con piedras. En un momento dado, uno de los implicados alzó su brazo y revoleó un cascote hacia el hombre que se encontraba trabajando, lastimándolo en el pecho y dejándole un gran hematoma.

A continuación, toda la banda se dirigió hasta el sector de la caja y en cuestión de segundos la vaciaron ante la atónita mirada del damnificado quien, superado ampliamente en número, poco pudo hacer.

Juegos en la plaza

Consumado el atraco, los intrusos se fueron a las corridas con rumbo incierto y aunque todo quedó registrado en una cámara de seguridad del local asaltado, hasta el momento, y llamativamente, las autoridades de la fuerza no pudieron localizar a los vándalos. En tanto, el kiosquero se recupera de las heridas y por suerte se confirmó que su vida no corre peligro.

Los voceros también señalaron que los hampones, todos niños y adolescentes, habían estado jugando por varias horas en los juegos que hay en esa plaza, donde también una cámara de vigilancia registró sus movimientos. Nadie se imaginó que, tras el momento de recreación, lejos de regresar a sus hogares fueran directamente a saquear el comercio, a las pedradas y con una violencia inusitada.

Por estas horas, los agentes que intervienen en el suceso, que tomó repercusión nacional debido a la ferocidad empleada por los protagonistas, analizan las imágenes para poder localizar a los jóvenes. “Lo peor de todo es que son menores, así que si los agarramos, la justicia los suelta a los pocos minutos”, se lamentó un jefe de la fuerza en diálogo con Trama Urbana.