En todo el 2024, un total de 19 agentes se quitaron la vida en la Provincia
de Buenos Aires, un número mucho mayor a los caídos en servicio. Uno
por uno, los casos más recientes y las posibles causas.
Los casos de suicidio en la Policía Bonaerense están emergiendo como una noticia cada vez más habitual, un desastre que parece eludir la intervención de las autoridades de la institución. Hasta la fecha, se han registrado 19 incidentes en 2024, un número alarmante que se suma a la ya inquietante tendencia del año anterior, cuando seis agentes se suicidaron en un período de 40 días.
El caso más reciente y destacado fue el de Ezequiel Sanci, de 24 años. El joven oficial estaba asignado a la Base Nro. 5 de la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (UTOI), en la localidad platense de Villa Elisa.
Factores contribuyentes
Varias razones pueden estar detrás de este problema, incluyendo la falta de preparación psicológica, incidentes de violencia y abuso, o el agotamiento causado por los constantes traslados y largas distancias que los agentes deben cubrir.
Además, la mayoría de los suicidios en la Bonaerense ocurren con el arma reglamentaria y durante los días de descanso de los policías, lo que indica que el estrés laboral y la falta de apoyo pueden ser factores significativos.
Unas estadísticas perturbadoras
Para poner en perspectiva, durante el año 2022 se documentaron un total de 37 suicidios dentro de la Policía Bonaerense, lo que equivale a un promedio de tres suicidios mensuales. Aunque esta cifra ya es alarmante por sí misma, se vuelve aún más inquietante al compararla con los seis oficiales caídos en el cumplimiento del deber durante el mismo período mensual.
Esto implica que el número de policías que pierden la vida debido a los suicidios supera con creces a los que mueren en enfrentamientos armados y en el servicio a la comunidad.
La perspectiva de los psicólogos
“Los pensamientos suicidas pueden ser el resultado de emociones que la persona no puede manejar cuando se enfrenta a una situación abrumadora en su vida”, explicaron los expertos sobre este tema.
Además, añadieron: “Si la persona siente que no hay esperanza, que su existencia, sus acciones o sus sentimientos no tienen sentido, puede pensar, erróneamente, que el suicidio es la única y mejor solución”.
“Es importante recordar que el suicidio es un problema complejo y multifacético que no puede atribuirse a una sola causa”, explicaron. Aunque cada individuo es único y las razones varían enormemente de una persona a otra, mencionan como principales causas las siguientes:
1. Salud mental: condiciones como la depresión, el trastorno bipolar o la esquizofrenia pueden incrementar el riesgo de suicidio. Estas condiciones pueden provocar sentimientos de desesperanza y desesperación.
2. Estrés y trauma: eventos como la pérdida de un ser querido, un divorcio o la pérdida de un trabajo, pueden llevar a algunas personas a considerar el suicidio.
3. Aislamiento social: la falta de apoyo y la soledad pueden incrementar la vulnerabilidad al suicidio. Las personas que se sienten desconectadas o aisladas pueden tener más probabilidades de considerar el suicidio.
4. Factores económicos: las dificultades financieras, como la pobreza o la inseguridad financiera, pueden incrementar el riesgo de suicidio.
5. Acceso a medios letales: el tener al alcance armas de fuego puede incrementar el riesgo de suicidio.