Testimonios contradictorios y acusación dudosa: el “no culpable” del juicio por jurados

Como publicó este multimedio de forma exclusiva, un jurado popular declaró “no culpable” a Estefanía Duarte Díaz, una mujer que se encontraba alojada en la Unidad n°33 de Los Hornos cuando fue acusada de “tentativa de filicidio” a su bebé.

Ahora se conocieron más detalles del caso que marcó un importante precedente en la esfera de la violencia institucional y de género. De acuerdo con la acusación de la fiscal Rosalía Sánchez, el 9 de octubre de 2015 en la celda n°1 del pabellón n°3 “una mujer, alojada allí junto a su hijo, fue encontrada con unas de sus manos ejerciendo presión en la nariz y con la otra introduciéndole el dedo en la boca del bebé de cuatro meses y con claras intenciones de quitarle la vida, provocándole principios de asfixia”.

Los defensores, liderados por Gladys López, sostuvieron que el hecho no existió. A la vez, se observaron claras y relevantes contradicciones entre quienes habían dicho que fueron testigos presenciales de cómo supuestamente habían ocurrido los hechos: una guardia cárcel y tres detenidas.

Excelente salud

Por otro lado, declararon dos médicos. Una de ellos prestaba servicios en la misma unidad y había revisado al bebé de manera inmediata. También declaró un médico del hospital Sbarra de La Plata, que atendió al menor y le realizó estudios complementarios luego del presunto intento de homicidio.

Los dos profesionales afirmaron que no hubo signos de intento de asfixia, tampoco lesiones en su cuerpo ni dificultad respiratoria. Los dos galenos constataron que no había ningún síntoma que pudiera quedar en el cuerpo de la criatura tiempo después del supuesto hecho, como lesiones en la mucosa de la boca o impronta de los dedos en los lados de la nariz.

“El bebé nunca se descompensó, estaba en perfecto estado de salud y de peso, así como en un óptimo desarrollo madurativo. El resultado del examen médico fue absolutamente normal para un bebé de esa edad”, le dijo a este multimedio una fuente judicial.

Días después de la denuncia por intento de asfixia, a Duarte Díaz la separaron de su hijo a la vez que la mantuvieron con prisión preventiva. A raíz de las contundentes pruebas que demostraron su inocencia, el jurado popular solo necesitó 35 minutos para deliberar y encontrar no culpable a la mujer. Pese a que ella debía quedar en libertad de manera inmediata, fue llevada igualmente por agentes del Servicio Penitenciario Bonaerense a una celda y desde allí debía ser liberada.