Golpes, caos y fuga en un instituto de máxima seguridad
Abasto
18/07/2016 - 07:22hs
Vecinos de Los Hornos se despertaron sobresaltados ayer a la madrugada al oír una serie de disparos provenientes del interior de una vivienda ubicada en Los Hornos.
Las detonaciones fueron parte de un confuso episodio que involucró a una pareja de policías, quienes habrían tenido una pelea conyugal dentro del inmueble emplazado en calle 65 y 150, llegando a una situación de extrema violencia.
Un habitante del barrio, en diálogo con Trama Urbana, explicó: “Más o menos cerca de las 4 se escucharon unos estruendos. No hubo griterío ni nada. Creímos que había sido una toma de rehenes”.
De esta forma y ante el hermetismo de la situación, los frentistas no dudaron en alertar a las autoridades a través de un llamado al 911; minutos después, personal policial dependiente de la comisaría Tercera arribó al lugar para constatar la denuncia.
“Alertados por las circunstancias, llamamos a la Policía. Primero entraron a mi casa, subieron a los techos y lo mismo hicieron con la de al lado, hasta llegar a la de esta pareja. Todo esto en el contexto de un supuesto secuestro o toma de rehenes”, aseguró una lugareña.
Una vez en el inmueble, los agentes a cargo se sorprendieron al observar que en realidad se trataba de un altercado de pareja entre dos oficiales de la fuerza.
Ya controlada la situación, ambos implicados fueron trasladados a la comisaría para prestar declaración y determinar el móvil que motivó tal agresión que, afortunadamente, no terminó en tragedia.
De lo que explicaron los voceros se desprende que en el lugar del hecho se habrían encontrado vainas servidas e impactos de bala en una pared (aunque no se precisó la cantidad), lo cual constataría los dichos de los vecinos en cuanto a que escucharon el sonido de un estruendo.
Por otra parte, se pudo establecer que la misma vivienda había sido alquilada por personas que se dedicaban a la venta de drogas y que habían sido echadas del barrio hace muy poco tiempo, a través de las presiones ejercidas por los frentistas.
La pareja de oficiales protagonista de este episodio se había mudado a la zona menos de una semana atrás, por lo que muchos de los lugareños no los conocían o apenas tenían trato con ellos.
Tomó cargo en la investigación la UFI en turno número 7, a cargo de Virginia Bravo.