De barrio Aeropuerto salió el nuevo campeón

Juegan, festejan y, de seguir así, estos muchachos escribirán más páginas en la historia del club. CRIBA se declaró “rey” del fútbol platense en la centenaria Liga Amateur. Como todo en la vida, lo festejado debe ser, indudablemente, muy trabajado: ayer ganó 1 a 0 ante La Plata FC, con un agónico grito en el minuto 88, tras rebotes que no paraban, hasta que Reynaldo Domínguez (camiseta 13) le dio con fuerza a la pelota. Era el puntero que asestaba esa mano de nocaut para vencer en una pelea que toda la tarde fue ganando “por puntos” (dirían en boxeo), ya que el segundo, ADIP, nunca logró estar arriba de Brandsen (fue 1 a 1 y el Naranja finalizó a cinco puntos).

Tras un monótono primer tiempo, con dos llegadas por bando, el complemento fue distinto. Mejoró el espectáculo en un terreno que, lejos de ser verde, parecía una capa asfáltica (así y todo se ven grandes jugadores, como el 10 del local, Tomás González, además del 5 y el 7 de los campeones, Agustín Santandrea y Diego Ramírez.

La Plata hizo un muy buen trabajo: se sabe que todo el grupo, a cargo del profesor Santa María, suele ser un hueso duro de roer. Incluso se lo hizo saber al Azulado, el equipo del momento. CRIBA y su gente empujó en la parte final y, al volver del vestuario, en 40 segundos, gritó “un gol a medias”, cuando Pospisil cabeceó adentro, moviendo la red, pero para el árbitro (no amonestó a nadie en los 90 minutos) hubo “carga” del fornido número 4, ex-Gimnasia y Villa San Carlos. Luego, un bombazo de Eduardo Carrera casi se mete al ángulo, y un cabezazo de Santandrea siguió movilizando a la hinchada. 

“¡Borombombón, borombombón, esta es la banda del monoblock!”, calentaban gargantas y corazones con trompetas y sombrillas azules y blancas. Hasta que llegó el gol del campeonato, el de la foto y la estadística. Córner, cuatro veces patean al arco y tres la devuelven desde la línea, pero en el último envío impiadoso de Domínguez ya nada ni nadie logró parar la algarabía. Así salió el nuevo campeón: CRIBA (Centro Recreativo Infantil Barrio Aeropuerto), con otra estrella en la A, se ha quedado con dos torneos de tres en esta divisional. A las 17.28, el árbitro se llevó el silbato a la boca y del alambrado pasaron por un hueco los más efusivos. Hasta el “Landy” Martínez (48 años, ex de El Cruce) quiso pisar ese potrero donde hoy su hijo le sigue la huella, con esos botines barrosos, que en días como el de ayer no dan ganas de limpiar nunca más.

Voces entre sudores

Jorge Pospisil: “Uno hace mucho sacrificio todos los días, trabajando y dejando a la familia. Cuando hacés esto con el corazón, vale más. Se lo dedico a mi viejo, que me apoyó en todo momento, y a mis hijos”.

Uriel Parrado: “Se lo dedicamos a toda la gente de Aeropuerto, a las familias que apoyan y a los clubes que, como nosotros, la pelean para contener a tantos chicos en los barrios”. 

Damián Martínez: “Estábamos un poco nerviosos, hasta que al final vino el gol y bajamos las revoluciones. Todos los partidos, los equipos y las canchas, fueron durísimos. Gracias a Dios, lo sacamos adelante”.

Diego Ramírez: “Hace un año perdí a mi vieja y justo el sábado cumpliría años. Le dedico este título a ella, a Griselda, que es todo para mí y se me fue en mi mejor momento”.

Andrés Candia (PF): “Me toca hacerlos correr a las 19, después de un largo día, en el que se levantan a las 6 a trabajar. Cuando estábamos en Montoro y no se nos daba, el Rayo Martínez me dijo: Profe, ya vamos a festejar. Y ahora se nos está dando en CRIBA”.