Caso López: declaró un testigo clave

Ante el juez Daniel Rafecas, el hombre que vio tirar los bolsos al exfuncionario K en el monasterio de General Rodríguez denunció extraños movimientos los fines de semana en el lugar. La teoría conspirativa del exsecretario de Obras Públicas

En la continuidad casi fílmica de uno de los hechos de corrupción más obscenos de los últimos años, el juez federal Daniel Rafecas tomó ayer declaración a Jesús Ojeda, el testigo que vio cómo el exsecretario de Obras Públicas del kirchnerismo, José López, tiraba bolsos con más de nueve millones de dólares a un monasterio de la localidad de General Rodríguez.

El vecino lindante al claustro se presentó en horas de la mañana en los tribunales de Comodoro Py, y allí le comentó al magistrado lo que le tocó vivir en la madrugada del 14 de junio, cuando lo despertaron los ruidos que producía el exnúmero dos de Julio De Vido en el Ministerio de Planificación Federal, intentando cruzar por la fuerza el perímetro del templo religioso.

Ojeda contó que, ante los fuertes sonidos que venían de la calle, se asomó y vio a una persona, que resultó ser López, intentando saltar el tapial del monasterio para ingresar con diferentes bultos al lugar. En su relato, el testigo ratificó que se acercó al hombre que no conocía, que éste lo miró y le dijo: “Ahora sí” y luego se introdujo de un brinco en la sede religiosa.

La narración del vecino involucró a las monjas, ya que sostuvo que, al temer por la vida de las hermanas, llamó al 911, pero contó que más que aliviarse cuando llegó el personal policial, ellas “se enojaron” con él por haber advertido de las operaciones irregulares a las autoridades.

Sucesos anormales

El testigo, que hace 30 años que vive frente al convento y es pollero de profesión, señaló que “las monjas no parecían nerviosas, estaban tranquilas” y una de ellas “no me miraba con buena cara”, y que al entrar al convento observó un cargador del arma larga que se vio en las filmaciones de las cámaras de seguridad apoyada en el piso.

Además, Ojeda resaltó que “los fines de semana solía haber mucho movimiento de camionetas”, asistía mucha gente y lo hacía a bordo de vehículos lujosos, pero no identificó a ningún personaje de la política entre los concurrentes.

En ese sentido, resaltó que “era constante” la aparición de diferentes modelos de autos de lujo aparcando en el jardín del monasterio, y que de esos autos solían bajarse elementos que podrían advertirse como “donaciones” de los concurrentes para el templo.

Sus palabras volvieron a involucrar a las monjas, que hoy declararán ante Rafecas (ver aparte), ya que aseguró que los buenos tratos de las religiosas con las personas que acudían al convento era evidente a simple vista. Siempre ayudaban a trasladar lo que se llevaba hacia el interior del lugar.

Hipótesis de conspiración

En su intención de querer seguir embarrando la cancha y estirar los procesos judiciales al límite, desde la defensa del exsecretario de Obras Públicas K se aseguró ayer que hay un seguimiento ilegal contra él “desde los servicios” y reveló que sufre “una persecución” por parte de agentes de la AFI hacia la familia de López.

La teoría conspirativa lanzada por el abogado Fernando García, sostiene que “un sector de los servicios de inteligencia lo siguió de forma ilegal. No hablo de la Secretaría de Inteligencia, porque si el organismo hubiera actuado lo hubiera hecho dentro de una actividad lícita y en ese caso, si hubo algo de eso, habrá que investigarlo. Lícito no era”.

El letrado indicó además que “la señora de López tiene miedo, pero es un temor lógico: teme salir a la calle y que la secuestren. En el imaginario colectivo está instalado que López tiene millones de dólares guardados una cripta o en el lugar más insólito”.