Detalles de una excarcelación escandalosa

La excarcelación de los funcionarios del IOMA se concretó el pasado 27 de septiembre, tras un pedido de los abogados de los imputados, en especial de Fernando Burlando, quien asiste a dos de los que estuvieron tras las rejas: el exsubdirector a cargo de la Subdirección Técnico Científica y de Farmacia y Bioquímica del IOMA, Marcelo Piergiácomi, y el empresario Leonardo Daniel Paci. 

Entre los delitos que se le imputaban figura haber cargado en el sistema del IOMA medicamentos oncológicos utilizando números de afiliados de personas que estaban fallecidas desde hacía varios meses, lo que alimentó el circuito de venta ilegal de las drogas de alto costo. Y ello habría sido posible porque no existe una adecuada articulación del IOMA con el Registro de las Personas de la Provincia. Esto fue denunciado oportunamente por el exsenador Luis Malagamba y publicado por el diario Hoy en diciembre de 2011, siendo el inicio de la investigación que, un año y medio más tarde, terminó en allanamientos al tercer piso de la obra social y en 10 detenciones. Se sospecha de la existencia de un multimillonario mercado negro de medicamentos de alto costo.

El dictamen del juez de Garantías implicó una excarcelación extraordinaria. Es que tanto otro juez anterior, Guillermo Atencio, y luego la Cámara de Apelaciones y Garantías de La Plata, le habían denegado a todos los detenidos la excarcelación simple. Y por un motivo evidente: los delitos que se imputan no admiten esa posibilidad. 

Sin embargo, Melazo impulsó un coctel de excarcelaciones extraordinarias, en cada caso, haciendo valer tecnicismos como que poseen domicilio, arraigo, trabajo, vínculos familiares como padres de avanzada edad o hijos menores. Algo que no se contempla, por caso, para la inmensa mayoría de los reos que superpueblan las cárceles bonaerenses. Y el juez les fijó una fianza, en la forma, irrisoria. Concretamente, para el caso Piergiácomi y de Leonardo Massaccesi (Jefe del Departamento Auditoría y Fiscalización Farmacéutica del 

Io­ma) el mon­to real fue de $100 mil (cuando la estafa cometida multiplica varias veces es suma) para la mayoría de los imputados. 

En tanto, a dos farmacéuticos que son hermanos, Andrea Fabiana Heintz y Guillermo Ariel Heintz, se les fijó una caución de $50 mil a cada uno. Lo mismo ocurrió con otros dos farmacéuticos que son matrimonio.  Asimismo a  Víctor Hugo Shama -imputado por haber sido supuestamente el nexo entre los funcionarios de la obra social y las farmacias que actuaban como mercado negro de los medicamentos oncológicos-  solo se le fijó $25 mil de fianza porque se le imputa el delito de asociación ilícita y no el de los fraudes reiterados. 

Los imputados regresaron a su casa. Y no con arresto domiciliario, o monitoreo electrónico, ni salidas laborales. Nada de eso. Sino con libertad plena para deambular. Incluso para retornar a sus trabajos. Para volver a sus contactos, a sus archivos informáticos por ejemplo donde pudieran aún guardar alguna evidencia clave. Y donde podrán hacerla desaparecer para siempre. 

Las fianzas de hasta cien mil pesos tampoco fueron depositadas. Los abogados defensores, se constituyeron como fiadores personales. Otra vez, Melazo resolvió a instancias de su socio Burlando. Así la burla recayó sobre los profesionales que se animaron a denunciar lo que estaba ocurriendo en la obra social, dando origen a una causa donde se entrecruzan escuchas telefónicas  y una complicada investigación para desgranar sesudas pericias contables. 

Otro servicio que presta el IOMA que está en la mira son las prácticas de laboratorio. Ocurre que la auditoria de esta actividad no pertenece a IOMA sino a FABA (Federación de Bioquímicas de la provincia de Buenos Aires) que hace una suerte de autocontrol. Estos auditores, que facturan a la obra social, no estarían autorizan la totalidad de las prácticas que son indicadas por el médico del afiliado.

A modo de ejemplo: 

1- hemograma completo

2-eritrosedimentacion

3- glucemia

4-perfil renal

5-perfil hepático

6- orina completa

Prácticas de laboratorio bajo la lupa

De acuerdo al diagnóstico los auditores pueden acceder a las prácticas 1-2-3 quedando 4, 5 y 6 a cargo del afiliado. Este le paga directamente al laboratorio prestador (que factura en forma doble, por lo que le paga el sistema capitado de FABA contratado por IOMA y el afiliado).

En los casos en los que el afiliado no tenga dinero para pagar las prácticas solicitadas tiene dos alternativas:

è No las paga y no se las realiza y así sigue sin control de salud alguno pudiendo detectarse alguna patología muy grave para su salud.

è Alternativa numero 2: concurre al hospital público donde eventualmente tendrá turno en 2 o 3 meses si hay reactivos disponibles. (Utilización ineficiente de recursos en hospitales de “autogestión”)

Esto ocurre con todas las prácticas de rayos, ecografía, etc., cuando en una urgencia el afiliado concurre a una clínica o sanatorio. Y debe dejar un depósito (en general no menor a $100) hasta tanto lleve la autorización de la práctica por IOMA.

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