Miles de personas llenaron la Plaza de Mayo por Santiago Maldonado

Se realizó una multitudinaria movilización que culminó con un acto central en la emblemática plaza, donde se exigió la renuncia de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. La familia pide continuar reclamando por su aparición con vida

Al cumplirse ayer un mes de la desaparición de Santiago Maldonado tras la represión de Gendarmería nacional en una comunidad mapuche de Chubut, se realizó una masiva marcha en Capital Federal que culminó en Plaza de Mayo, en la que participaron  miles de personas para reclamar la aparición con vida del joven. Hubo duras críticas contra el Presidente Mauricio Macri y su política de seguridad.

En el acto central, integrantes de la familia del artesano tomaron la palabra. “El Estado sigue negando su desaparición en manos de Gendarmería y pareciera que negara hasta su propia existencia. Jamás se cuestionó el accionar de esta fuerza por la represión de la comunidad mapuche, lo único que hicieron fue cuestionar a Santiago, a sus amigos y a la familia”, expresó Sergio Maldonado, hermano del joven. “Somos maltratados por la señora ministra de Seguridad (Patricia Bullrich), que ha demostrado que no está capacitada para ocupar ese puesto ni para esclarecer la desaparición de Santiago”, agregó, ante lo cual la multitud que ocupaba la plaza comenzó a silbar, abuchear y cantar: “Fuera, fuera, fuera Bullrich, fuera”. 

“Somos hostigados con información falsa, hay declaraciones de funcionarios que lo único que hacen es aportar confusión. Nuestra familia colaboró desde el primer día, como con las muestras de ADN tanto la mía como la de mi padre, ¿cómo no vamos a querer tener a Santiago con nosotros?”, preguntó Sergio, visiblemente conmovido. 

“¿Hasta cuándo?”

El hermano de Maldonado pidió que se investigue “a todo el personal de Gendarmería que hizo el operativo. Ellos son los responsables y tienen que dar cuenta de su actuación”, al mismo tiempo en que cuestionó: “¿Hasta cuándo debemos soportar esta situación?, ¿hasta cuándo seguirán cuestionando a Santiago, sus fuertes convicciones, su ideología de la solidaridad?”. Antes de concluir, Sergio volvió a pedir a la ministra Bullrich “que dé un paso al costado y deje el lugar a alguien realmente capacitado para poder brindarnos seguridad, y no inseguridad”. 

Sergio agradeció el apoyo de los organismos de Derechos Humanos, las organizaciones sociales y sindicales, de la comunidad mapuche y de “todas las personas que nos acompañan día a día para reclamar la aparición con vida de Santiago”. 

Por otro lado, Andrea, esposa de Sergio y cuñada de Santiago, tomó la palabra y agradeció a todos los presentes. “Santiago es una persona solidaria, en este caso con la comunidad mapuche, acompañando su reclamo. Con Sergio somos la cara visible, hablamos con el juez, con el fiscal, recibimos los palazos, la indiferencia cuando hablamos con el juez y con la fiscal. Santiago está desaparecido por una desaparición forzada de persona”, manifestó. 

Apuntando a las deficiencias de la investigación, Andrea remarcó que “nunca presentaron un informe, nunca nos dijeron nada, y siempre dijeron que la familia no colaboraba. Les pido a todos que nos sigan acompañando y que sigamos pidiendo que Santiago Maldonado aparezca con vida”. 

“Ámense, por sobre todas las cosas”

El otro hermano de Santiago, Germán Maldonado, también tomó la palabra y lo hizo para leer un escrito del joven tatuador desaparecido. “Soy Santiago, no soy ni culpable ni inocente, soy (parte de) esta sociedad infernal y celestial. Creo en los ríos, en los mares, en los montes, en las lagunas, en la puna y en las runas, en la arena, en mi odio, en mi amor, en mi alegría, en mi pena, así es y así será. Amen, amen, ámense por sobre todas las cosas”, supo expresar el joven. “Nunca pierdan su espíritu de niño por la libertad física y mental. Destruyan los prejuicios, las formas, las normas, sean libres aquí y ahora, porque mañana puede ser tarde. Sean libres como el viento y nómades sin rastro”, concluye el poema escrito por Santiago y leído por su hermano en el marco de una Plaza de Mayo colmada de personas.