Ofensiva contra Echegaray por la causa Ciccone

La Oficina Anticorrupción le solicitó al juez Ariel Lijo que cite a declarar al extitular de la AFIP por la compra irregular de la calcográfica. Se confirman las denuncias de Hoy que muestran la complicidad del actual titular de la AGN con la corrupción kirchnerista

La connivencia del exjefe de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray, con la corrupción durante la era kirchnerista, sirviendo como enlace para montar una serie de operaciones ilícitas con empresarios amigos del poder K, es innegable, y es por eso que deberá rendir cuentas ante los estrados judiciales.

Ayer, la Oficina Anticorrupción (OA) le solicitó al juez Ariel Lijo, que cite al actual titular de la Auditoría General de la Nación (AGN) a indagatoria en el marco de la causa Ciccone, ya que considera que “facilitó con su intervención la maniobra delictiva que concluyó en la adquisición irregular de la calcográfica por parte del ex vicepresidente Amado Boudou y sus cómplices”.

El exjefe del ente recaudador está inculpado por haberle dado a la empresa The Old Fund un plan de pago de 128 cuotas para salvar la quiebra de la firma. En el escrito presentado ante Lijo, la OA afirma que “se condicionó la actuación regular de la AFIP con el objeto de favorecer negocios particulares y espurios de funcionarios públicos de turno dejando de lado el real interés de la administración pública".

Maquinaria corrupta

Tal como adelantó Hoy en su edición del 16 de marzo del 2015, el extitular de la AFIP habría intentado quedarse con la maquinita de hacer billetes, hasta que el exnúmero dos de Cristina Kirchner le ganó de mano. Echegaray y Boudou son dos viejos conocidos desde sus tiempos de estudiantes universitarios en Mar del Plata, cuando ambos militaban en la Unión para la Apertura Universitaria (UPAU), el brazo estudiantil de la Ucedé durante los ’90.

La denuncia fue presentada por el presidente de la Cámara Pesquera de Mar del Plata, Daniel Tunoni, ante el Juzgado Federal Nº 3 de la ciudad balnearia, donde afirmó que Echegaray, en complicidad con sus colaboradores Fernando Villaverde, Sergio Vargas y Rafael Resnick Brenner habían orquestado un plan para quedarse con la compañía.

Tunoni, en diálogo con Hoy, ratificó sus dichos y sostuvo que “participé en el año 2010 de una reunión en la que Villaverde, Vargas y Resnick Brenner, con el visto bueno de Echegaray, ideaban un plan para quedarse con Ciccone. Ellos estaban muy contentos en esa reunión porque estaban convencidos que tras quedarse con la Ciccone iban a quedarse con un botín que superaba los diez palos, estaban exultantes”.

En ese sentido, el empresario destacó que “después se ve que Boudou les ganó de mano y salen a incriminarlo en algo en lo que ellos querían ser parte total de la empresa. Se lo tiene que investigar a Echegaray y todo lo que fue su participación en esta causa tan turbia para los intereses de la Argentina”.

El garante de la impunidad kirchnerista deberá explicar por qué le otorgó a una empresa que se encontraba en proceso de quiebra un plan de pagos con una extensión extraordinaria de 12 años, aplicando una irrisoria tasa de interés, para cancelar una millonaria deuda impositiva de la compañía y sortear así el principal obstáculo que impedía que volviera a ser contratada por el Estado.

Una maquinaria corrupta orquestada desde el propio Estado, que le costó al país cientos de millones de pesos, y que la Justicia todavía no ha dado respuestas a los pedidos de verdad por parte de una sociedad asqueada de la putrefacción K durante la mal llamada década ganada, donde Echegaray fue uno de sus máximos representantes.

Complicidad extrema

Fiel a sus principios de luchar contra la corrupción orquestada desde el poder, la diputada nacional y líder del GEN, Margarita Stolbizer, arremetió duramente contra Ricardo Echegaray al sostener que “es cómplice” en las causas por presunta corrupción que salpican a empresarios y ex funcionarios K.

La excandidata presidencial destacó que el actual titular de la AGN "es una figura determinante en las causas Ciccone; en la presunta evasión impositiva por 8.000 millones del empresario Cristóbal López, y en la que investiga a Lázaro Báez por la supuesta emisión de facturas truchas. Echegaray tenía una facultad discrecional que utilizó en estos tres casos".

En estos tres casos tendría que haber denunciado cuando se empezó a vislumbrar que había una maniobra delictiva por detrás y en ningún caso lo hizo", sentenció Stolbizer.

*En nuestra edición del 16 de marzo de 2015, dimos a conocer en exclusiva la intención manifiesta que tuvo Ricardo Echegaray y su red más inmediata de colaboradores en el ente recadudador, de querer quedarse con la exCiccone Calcográfica antes que el exvicepresidente Amado Boudou.