Av. 7 entre 46 y 47

De película: boquete e importante robo, en pleno centro

Ocurrió en una casa de cambio. Los voceros oficiales admitieron que el monto sustraído fue de 200.000 pesos, aunque se sospecha que sería un número mucho más elevado

Fue un trabajo de albañilería”, graficó de manera perfecta el propietario de una casa de cambio céntrica que fue asaltada durante las últimas horas, dejándole pérdidas importantes. Este es un nuevo hecho llevado a cabo por boqueteros, que volvieron a atacar en la misma manzana donde ya se cometieron al menos otros cinco ilícitos similares. 

Fuentes policiales refirieron que el ilícito se produjo durante varias horas el pasado domingo, en un reconocido comercio ubicado en 7 entre 46 y 47, y cuyo nombre es Avenida. Los delincuentes, aún se desconocen cuántos, lograron ingresar luego de forzar y romper la puerta de la dietética que está al lado. Una vez adentro, se tomaron todo el tiempo del mundo para derribar la pared que conecta ambos locales, dejando un agujero de grandes proporciones. 

Por allí no tuvieron inconvenientes en entrar al lugar previamente elegido, donde se dirigieron directamente a la caja fuerte. Tras violar su sistema de seguridad, pudieron apoderarse de todo lo que había en su interior. “Entre moneda local, dólares y euros, se llevaron unos 200.000 pesos”, le aseguró a Trama Urbana un jefe de la fuerza, aunque se sospecha que el monto sustraído no sólo es mayor, sino que hasta podría ser “millonario”. 

Vecinos intranquilos 

Con el botín asegurado, los maleantes escaparon de la misma manera en la que habían llegado, y hasta el cierre de esta edición se desconoce su paradero. 

El dueño del lugar escruchado, Daniel de la Fuente (expresidente de Estudiantes de La Plata), narró cómo se enteró de lo sucedido: “Los sábados la dietética trabaja hasta las 20, así que tuvo que haber sido entre ese momento y esta madrugada (por la de ayer). Rompieron los candados (del mencionado local), tiraron abajo la pared y después cortaron la caja fuerte; hicieron un trabajo de albañilería, un desastre. Los sábados son tranquilos en relación a otros días, y ya los domingos por acá no pasa nadie”. 

Contó que “llegué a las 7.10, noté que había mucho polvo y me pareció raro. Cuando vi la caja, no tenía fondos. No sé en qué terminará todo esto”. Por último, expresó que “no me preocupa el dinero, sino toda la documentación del Banco Central, la familiar de mis hijos y mis nietos. Me deja intranquilo la situación que estamos viviendo, porque es la tercera vez que me pasa esto”. 

Tanto él como el resto de los comerciantes se mostraron completamente indignados ante la reiteración de sucesos similares en la zona, que los tiene a maltraer desde hace ya tiempo. 

Un bombón de souvenir 

Los investigadores llevan a cabo por estas horas un trabajo para tratar de dar con los autores. Para poder encontrarlos será vital analizar las cámaras de seguridad, en donde pudiera haber quedado registrada la tarea de los malvivientes. “Estamos en eso, ya tenemos las filmaciones”, contó una fuente, aunque admitió que no tienen pistas para poder esclarecer el hecho. 

Los cacos sacaron los fusibles de un local vecino al de la casa de cambio, para dejar todo a oscuras. Para vencer la resistencia de la pared utilizaron martillos y hasta una amoladora (de hecho, uno de los discos quedó tirado, entre polvo y documentación). “Rompieron los estantes, tiraron la mercadería y trabajaron como si estuvieran haciendo una obra”, dijo De la Fuente. Lo que más molestó a los dueños y comerciantes vecinos fue la total libertad que tuvieron los cacos; de hecho, además de los rastros que indican que estuvieron comiendo mientras actuaban, dejaron, a manera de souvenir, un bombón dentro de la caja fuerte.

¿Bandas diferentes?

Evidentemente, en la zona actúan diferentes bandas de boqueteros que atentan contra los comercios emplazados en la misma manzana, ya que un mes atrás fueron capturados los integrantes de una organización delictiva dedicada a los escruches bajo la misma modalidad. 

“No son los mismos”, le confió a este medio un vocero, aunque es sospechosamente llamativo el modus operandi empleado: los acusados (que, según afirmaron, continúan tras las rejas) vaciaron las cajas de dos joyerías, de una de las franquicias de McDonalds y de Simplicity, apoderándose de más de un millón y medio de pesos.

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