Boca se entrenó con dos tocados y Martínez piensa en River con Rojo aún relegado
El Xeneize trabajó en Ezeiza con Lema y Benedetto diferenciados de sus compañeros.
El que quiera ver espectáculo que saque una entrada a Teatro en la calle Corrientes de Buenos Aires y vaya al cine. El domingo es un partido que los hinchas lo van a agradecer o lo van a sufrir y está en los jugadores jugar para ganarlo de cualquier modo.
22/02/2024 - 00:00hs
Por Gabriel Pedrazzi
Hay cosas que distinguen al clásico de La Plata de otros en el país. Nadie imaginaba que un día en los 80, cuando llovía y llovía y el Bosque y la ciudad estaban tapados de agua, el partido contra Estudiantes se podía jugar igual.
Ese día, los jugadores llegamos al estadio con la expectativa de que íbamos a firmar una planilla en la que se iba a anunciar la suspensión del partido por las intensas lluvias. Pero, desde el vestuario, de repente vimos cómo la hélice de un helicóptero bajaba hacia el campo de juego, pretendiendo correr el agua que estaba acumulada en la cancha con el viento que provocada con la cercanía al pasto.
Pero, desde el mismo vestuario de Gimnasia, veíamos que la hélice empezó a desparramar agua y era algo nunca visto antes. No sé si alguna vez se ha visto una cosa igual, y el partido se terminó jugando y lo terminamos ganando 2 a 1.
Digo que los clásicos se ganan y después buscamos las formas, por eso no los perdíamos y, en los lugares que me tocó dirigir o jugar los clásicos, los ganábamos.
Después, capaz que las formas no eran las lindas, pero los clásicos hay que ganarlos como sea. El jugar lindo dejémoslo para ir a calle Corrientes a ver el teatro o ir al cine a ver una película, después de un partido, aplaudir y después del partido, aplaudir. Esto es por plata y hay que ganarlos, y la gente y Gimnasia, los jugadores desde adentro y la gente desde afuera, se merecen una alegría. En el clásico que perdíamos 1 a 0 con Insúa y después lo pudimos revertir, gracias a dios, ganarlo 2 a 1 y darle una alegría a toda la gente. Devuélvanle algo.