Egresado de la UNLP, llegó a Catar en bicicleta. En una extensa charla con diario Hoy, contó su aventura en las playas de Doha, en el contexto de una relajada tarde de domingo en la que los argentinos disfrutaron de la victoria de la Selección.
Doha - Catar
Enviados especiales al Mundial
Por J.P.F.
Sentado en una mesita de la playa de Doha, en la zona conocida como Katara, Juan Miguel Silio disfruta del paisaje y una buena comida árabe. Está acompañado por un amigo que también se quedó a ver el atardecer de una tarde de domingo, el agua de fondo y los pescadores recogiendo su ganancia en un contexto colorido y de armonía. Todo es paz y felicidad para los argentinos en Catar luego de la victoria ante México. Pero esta no es una historia más…
Silio estudió en La Plata. Se recibió de abogado en 1997 y trabaja como escribano en Gualeguaychú. “Tengo un gran recuerdo por haber vivido muchos años en la ciudad y haber pasado los momentos más importantes de las campañas de Gimnasia con Carlos Griguol”, comentó a este diario.
Juan Miguel, sin embargo, suelta una rica historia que lo distingue por el esfuerzo realizado, como también respecto del dinero que dejaron otros hinchas comunes para llegar a ver el Mundial: él no tomó un avión ni vino en colectivo desde Dubái, sino más bien llegó en bicicleta. Sí, aunque cueste creerlo, tardó seis meses en llegar desde Madrid (adonde sí viajó para cruzar el océano en avión) y realizó un trazado de 100 kilómetros por día. Sufrió una tormenta de arena en el medio del desierto. Pero como le ocurrió a la Selección Argentina, logró sobreponerse a todos los contratiempos y llegó a ver los primeros partidos del equipo en el Mundial.
—¿Cómo es cruzar el desierto solo para llegar a Catar?
—Hay una ruta y elegí un camino que está en el límite entre Arabia Saudita y Kuwait. Tiene estaciones de servicio más seguidas y eso me permitía reponer el agua para mantenerme hidratado, que es clave para realizar este viaje.
—¿Cuánto tardaste?
—Más o menos seis meses desde que salí de Madrid en mayo.
—¿Cómo hacés para no trabajar todo este tiempo?
–Yo soy abogado y trabajo como escribano en una escribanía en Gualeguaychú. Con mi socia nos pusimos de acuerdo para que la escribanía no deje de funcionar y que nos turnemos para trabajar un año cada uno.
—¿Viniste solo a Catar?
—En un primer tramo me acompañó mi esposa en bicicleta. Pero después sí hice el resto solo.
—¿Cuántos kilómetros llegaste a hacer en un mismo día?
—Generalmente hacía 100 kilómetros por día, pero en alguna ocasión he llegado a hacer 180 kilómetros en un solo día.
—¿Cómo descansabas?
—En algunos hoteles o en algunas casas de familia que me han albergado.
—¿Tuviste algún contratiempo?
—Tuve que soportar y atravesar una tormenta en el desierto pero por suerte la pasamos bien. En algunos tramos he llegado a dormir en la playa de Turquía bajo las estrellas en el verano. Eso fue una experiencia hermosa.
—¿Qué sentís por La Plata?
—Tengo un afecto muy especial por la Universidad Nacional de La Plata. Estudié allí y me gané un título en la ciudad de los diagonales.
—¿Cuántos kilómetros recorriste con la bicicleta?
—En total, además de este viaje, llevo recorridos más de 35.000 kilómetros con la misma bicicleta, que la tengo desde hace seis años.
Como Juan Miguel, que se esforzó, estudió y fue recompensado con un título de la UNLP, la Selección ya empezó a pedalear la ilusión de todo un país, que después del triunfo contra México renovó la esperanza en que el equipo está en condiciones de llegar lejos en el Mundial.