Sebastián Villa quedó a un paso del juicio por violencia de género
La fiscal que interviene en el caso dio por finalizada la instrucción y mandó el requerimiento por lesiones leves y amenazas.
El Doctor celebra un nuevo cumpleaños rodeado de su círculo íntimo. Aquí, un repaso desde sus primeros días como jugador, la gloria con el club de sus amores, y el delicado presente que atraviesa.
16/03/2021 - 00:00hs
Hoy, Carlos Salvador Bilardo cumple 83 años. Pese a no estar pasando un buen momento con respecto a su salud, El Doctor pasa su día junto a sus seres queridos y allegados, aquellos que no quisieron dejarlo solo y lo cuidaron hasta de las peores noticias.
Lejos de tener conocimiento sobre el fallecimiento de jugadores que fueron como “sus hijos” –el Tata Brown, Alejandro Sabella y Diego Armando Maradona- y hasta de uno de sus amigos más íntimos, Cacho Malbernat, el ex DT pasa sus días bajo intensos cuidados debido a su condición.
El síndrome que sufre es conocido como Hakim Adams, una enfermedad neurodegenerativa que le fue detectada a fines de mayo del 2018. Debido a esto debió ser internado varias veces y su estado físico se debilitó.
Actualmente se encuentra en su departamento del barrio porteño de Flores, a una cuadra de la casa de su hija. Allí le brindan los cuidados necesarios y los enfermeros lo cuidan las 24 horas del día.
Bilardo y su amor por el Pincha
La historia de amor entre Carlos Bilardo y Estudiantes de La Plata viene de larga data. El ex-DT cuenta con una trayectoria intachable en el equipo de La Plata.
Todo comenzó en 1965, cuando llegó como jugador y fue, por aquel momento, dirigido por una de las máximas figuras para el Pincha, y quien se convertiría en su mentor, Osvaldo Zubeldía.
Allí comenzó la gloria. Ganó tres Copas Libertadores de forma consecutiva y logró coronarse junto a sus compañeros en el 68’ al ganar la Copa Intercontinental enfrentándose al Manchester United de Matt Busby. Poco después, el equipo ganador sería recordado como “los héroes de Old Trafford”.
Fue en 1970 cuando decidió retirarse como jugador para convertirse en director técnico. En 1982 consiguió el Campeonato Metropolitano con Estudiantes, y gracias a eso fue elegido como DT de la Selección Argentina, consiguiendo así la Copa del Mundo en México 1986.