“Cerré los ojos y le pegué fuerte”

El Clásico

13/03/2014 - 07:08hs

Sergio Armando Catán, autor de un golazo en el último triunfo de Estudiantes en el Bosque, rememoró con El Clásico aquella inolvidable tarde de diciembre de 1995

El 17 de diciembre de 1995 no es una fecha más en la historia del clásico platense, ya que Estudiantes consiguió ese día una de sus máximas goleadas ante Gimnasia en condición de visitante.

Por la fecha 19 del torneo Apertura, el Pincha de Daniel Córdoba cerró el campeonato con un contundente triunfo sobre el Lobo en el estadio Juan Carmelo Zerillo, un escenario históricamente complicado para el conjunto albirrojo. Los goles llegaron en el segundo tiempo: José Luis Calderón abrió y cerró la cuenta, pero el tanto más recordado por los hinchas es el segundo, que llegó luego de un derechazo cruzado y potente de Sergio Catán, un volante acostumbrado a la lucha del mediocampo y no a pisar el área rival.

En la previa del clásico platense número 151 –en lo que respecta a torneos de Primera en la era profesional-, el Negro, quien hoy vive en General Belgrano y es entrenador de fútbol infantil en la Agrupación Deportiva El Salado, dialogó con El Clásico sobre lo que significó ese cotejo. 

¿Qué recordás de ese partido en el Bosque?

Muchas cosas, pero especialmente la caravana de hinchas que nos acompañó desde el Country hasta la cancha, es un recuerdo impresionante. De hecho, tuvo que quedar afuera una multitud de Estudiantes. Del partido obviamente queda la alegría por el gol y el triunfo, que se valoró mucho y nos dio tres puntos importantes. Además de que Gimnasia tenía un gran equipo con Timoteo (Griguol) y los mellizos (Guillermo y Gustavo Barros Schelotto), no­sotros no podíamos contar en esa fecha con Martín (Palermo), Alfredo (Cascini) ni Sebastián (Verón)… Pero el grupo estaba muy convencido de lo que quería y ganamos con justicia pese a las bajas. 

Tras la pifia del Yagui Fernández, ¿tuviste tiempo de pensar dónde ubicar la pelota?

No, cerré los ojos y le pegué fuerte a lo que saliera. Por suerte se clavó bien, jaja.  

¿La gente te recuerda ese momento?

Cuando se acerca la fecha del clásico, siempre me hacen alguna mención. Me acuerdo que por un tiempo con Leo Noce hicimos rehabilitación juntos y él me pasaba a buscar en su auto. Cada vez que nos veían le recordaban el gol y le decían que había tenido mala suerte, porque creían que si yo hubiese parado la pelota la hubiera terminado tirando a cualquier lado. El mismo Leo me dijo que pensó que la iba a tirar afuera.

¿Qué te dejó aquel equipo?

Muchos amigos. Con Gastón Córdoba, Martín Mazzucco, el Vasco Azconzábal, Néstor Craviotto, el Sopa Aguilar y Almandoz seguimos en contacto y cada tanto nos reunimos. ¡Me acuerdo que el Coqui usó la 10 en ese clásico! La escuela de Estudiantes es admirable, trasciende lo futbolístico. A mí ahora me toca trabajar con chicos y considero importante recalcar los valores que me han enseñado, como el orden y el respeto.

¿Cuál fue el técnico que te marcó?

Hubo varios: el Profe Córdoba, Miguel Russo, Eduardo Manera, Jorge Solari. Con Patricio Hernández aprendí mucho de cuestiones técnicas.

  ¿El clásico platense es especial?

Se vive de forma muy particular. El clásico se juega desde el momento en que se sortea el fixture. La gente, los periodistas, todos te hacen tomarlo de esa forma. Se dice que hay que ir partido a partido pero vos sabés bien en qué fecha te toca Gimnasia. En Inferiores capaz que nos cruzábamos con los rivales en la calle y nos terminábamos peleando. La adrenalina es muy grande.

 ¿Sos de ir a la cancha? 

No voy hace dos años, el que va es mi hijo, que es fanático y fue socio al minuto.

¿Qué resultado imaginás para el partido del domingo?

No arriesgo un resultado, pero sí sé que Estudiantes va a intentar jugar y Gimnasia bloquear con la idea de salir rápido por afuera. Creo que van a sentir las bajas de (Matías) García y (Erik) Correa, porque uno rompía por el costado y el otro era el sostén de los volantes. De todas formas, pese a que no tiene un (Joaquín) Correa, un Patito (Rodríguez) o un (Guido) Carrillo, Gimnasia cuenta con jugadores que meten muchísimo. Parecen todos (Gastón) Gil Romero. Se contagian de la garra de (Franco) Mussis y tienen a un DT inteligente, que plantea bien los partidos. El 80% de los resultados de Gimnasia es mano de Troglio. La clave es que se abra rápido a favor del Pincha, eso cambiaría todo.

“Al equipo le falta un plus de sacrificio”

Respecto del equipo conducido por Mauricio Pellegrino, Sergio Catán opinó que Estudiantes tiene jugadores con buena técnica pero que les falta una dosis de sacrificio: “El equipo está bien ubicado en la tabla pero me gustaría que los pibes no cometieran errores tan infantiles, como dejar que les ganen la espalda. En la década del 90 había otro estilo de juego, ahora se toca más, pero noto que falta un plus de sacrificio para pelear el título”.

En ese sentido, el Negrio dio a entender que Gastón Gil Romero es el ejemplo a seguir: “Es admirable el esfuerzo que hace para recuperar el balón y complicar al rival. No te deja jugar”.

“Sebastián es muy necesario para guiar a los pibes”

A la hora de analizar la realidad del Pincha, el Negro Catán destacó la importancia de Sebastián Verón en el crecimiento del club. 

“Estudiantes tiene la suerte de tener a Sebastián. Algunos lo tildan de autoritario, pero el club necesita una persona con su personalidad para guiar a los chicos, que no es un trabajo fácil. Con su regreso y la aparición de (Alejandro) Sabella, más el trabajo de algunos dirigentes, el club logró ganarse el respeto de todos en los últimos años. Se ha creado una concentración en City Bell con una infraestructura importante. Cuando yo jugaba había 4 canchas en el Country y hoy es algo impresionante”, dijo.

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