A diferencia de lo que hizo la última vez que vino a La Plata, en el partido decisivo de la Copa el técnico va a usar a todos los titulares y será clave para el Pincha controlar el circuito de Uvita en la mitad de la cancha.
Por Daniel “Profe” Córdoba
En el Néstor Díaz Pérez (expresidente granate y gran amigo que con un gran perfil bajo, no imitado por otros en esa ciudad, fue iniciador del cementaje de la Fortaleza Granate) se van a enfrentar Estudiantes y el Halcón de Florencio Varela.
La Copa Argentina será la excusa perfecta para intentar cerrar un fin de año glorioso. Ya no quedará más que brindar o lamentarse después de lo que ocurra el miércoles a las 21.10 en lo que hoy se da a llamar La Fortaleza Granate, pero que en su momento fue una caja de zapatos, metida a la fuerza contra la voluntad de los vecinos de Lanús.
Salvo a Florencio Varela y La Plata, a pocos más les va a interesa. Puede salir un juego interesante así como no. Defensa y Justica va a ir a buscar el partido. Será un encuentro abierto. Con todos los titulares.
El Halcón vino a jugar a La Plata con varios suplentes y así y todo salió a atacar. Estudiantes debe ser muy pícaro y tiene que matar todos los circuitos futbolísticos que pasan por Uvita.
Hasta ahora muy pocos equipos tomaron nota de las sociedades que suelen formar Rollheiser con Godoy. Pocos equipos le han prestado atención a esto.
Defensa y Justicia cuando vino a jugar en La Plata no le prestó atención a esto y lo sufrió. Si Estudiantes y su técnico aprovechan esta desatención o subestimación del rival, el Pincha podría tener mucha influencia.
Si a eso le sumamos algún tiro libre de Sosa que cada vez le está pegando mejor, con todo eso, creo que Estudiantes tiene argumentos suficientes para ganar el partido. Eso sí: será clave que no cometa errores defensivos como los que viene cometiendo. Para eso será fundamental que el técnico trabaje todos estos días.
Los volantes de contención se tienen que dedicar a marcar y recuperar, no a pasar. Estudiantes tiene que esperar atrás con una línea de cuatro o cinco defensores, bien adelantada y ordenada en línea. Si se descontrola o comete errores, lo pagará caro.
En 1996 el equipo, al tener marcas fijas, jugaba corto y nunca se partía. Entonces no había fisuras.
A los jugadores rivales no hay que darles la ventaja de darse vuelta y encarar. Tienen que ser marcas pegajosas y duras.
Como en toda final, siempre lo emocional, lo mental y lo espiritual tiene un rol decisivo. A lo largo del 2023 Estudiantes tuvo rachas muy diferentes. Hubo momentos en los que el equipo se bajoneó mucho, y otros en los que ganaba por empuje. Ahora va a tener que ser superior a Defensa.