Tras la primera gran derrota del campeón del mundo, el profesor Córdoba, quien fue mentor del santafesino en Estudiantes, le envió un mensaje al actual entrenador de la Selección nacional en la previa al partido con Brasil. Enterate de qué le dijo.
Lionel Scaloni y Lionel Messi tuvieron un pasado en común. A los dos los dejó de lado Newell’s, club que en los años 90 no supo distinguir las cualidades de ambos personajes del fútbol, quienes luego terminaron explotando en otras instituciones.
Lo de Messi es historia conocida. Pero lo de Scaloni no tanto, en especial para muchos chicos que nacieron después del 2000.
Allá por el año 97, en el segundo año consecutivo como director técnico de Estudiantes, el profesor Daniel Antonio Córdoba decidió apostar a un jovencito y casi inexperto Scaloni que llegó a La Plata acompañado de su papá y su hermano Mauro para “probarse” en el Pincha, debido a que en La Lepra no tenía lugar para jugar de titular en Primera.
Eran tiempos en los que a Córdoba le echaban en cara aceptar un trueque entre Prioti y el Rulo Paris con el mismo club rosarino, pero no le reconocieron el mérito de haber sumado como refuerzo a Scaloni, quien rápidamente se adaptó a lo que necesitaba Estudiantes y fue convocado para jugar el Mundial Sub-20 que la Selección de Pekerman terminó ganando en aquel año.
Desde ese momento, el Profe y los Scaloni establecieron una relación casi de amistad, a pesar de que Lionel hizo una carrera exitosa en España y vivió más de quince años prácticamente afuera del país y desconectado de la realidad que tenía la Argentina.
Ayer, tras la primera gran derrota que sufrió el equipo campeón del mundo ante Uruguay por las Eliminatorias, el Profesor le escribió al “alumno” y le dio su parecer sobre este momento incómodo, ya que el martes el equipo deberá visitar nada menos que a Brasil.
Si bien está claro que, después de ganar el Mundial de Catar, en algún momento el equipo podría entrar en una meseta en cuando a su nivel de juego, nadie quiere terminar el año perdiendo dos partidos de manera consecutiva, ya que el prestigio del campeón del mundo tiene que revalidarse partido a partido. Tanto es así que la derrota contra Uruguay condicionó las intenciones de cuidar al menos algunos minutos a Messi contra Brasil, tal como venía ocurriendo en los últimos partidos que el equipo jugó de visitante.
“Tranquilo amigo. No tenemos que ser el Brasil del 70. El 1-4-4-1-1 te dio lo máximo. Y a veces, si se podía, se toqueteaba. Y si algunos jugadores no están en su mejor estado de forma, tranqui. Volvé a lo que te llevó a campeonar. Hay que ser duro, seguro, eficaz. Muchas veces a jugar de contra y a no regalarte nunca. Abrazo, querido”, fue el mensaje del Profesor el jueves a la noche, cuando Scaloni y el cuerpo técnico todavía estaban masticando la derrota ante La Celeste.
La realidad es que la Selección sufrió mucho cuando la atacaron de contragolpe, por quedar mal parada ante la velocidad de los jóvenes delanteros uruguayos. Esta vez el Dibu Martínez no pudo contener con las manos o los pies las mismas definiciones que tapó en la Final del mundo y el martes habrá que plantear una estrategia más conservadora para no sufrir nuevos contratiempos en Brasil.