Domínguez y un equipo de ataque para la final

Las finales se ganan. Una frase que carece muchas veces de sentido, argumentos y lógica. Sobre todo si pensamos que son dos los que llegan a una final e, inevitablemente, uno de los dos va a perder y el otro ganar. No puede haber dos campeones, como tampoco puede haber dos subcampeones. Las finales se juegan y, cuando se puede, se ganan.

Aunque sí se puede elegir la manera de jugarlas. Especular con un resultado, cuidar tu arco y aprovechar a algún error del rival, o bien buscar el triunfo desde el principio y ser el que más quiera quedarse con la gloria cuando se escuche el pitazo final del árbitro. Y en esa búsqueda, Eduardo Domínguez está convencido que las finales son partidos distintos, pero que no deben atemorizar. Al contrario, son una oportunidad para demostrar que sos el mejor equipo del torneo.

Y allí irá Estudiantes de La Plata. Que ayer se entrenó por la mañana en el Country Club de City Bell bajo el mando del Barba. Hubo una charla inicial en la cancha principal del predio y luego pasaron a los trabajos. Hubo un ensayo de fútbol formal y una prueba del probable equipo para enfrentar a Defensa y Justicia mañana, desde las 21.10 en el estadio Ciudad de Lanús, por la final de la Copa Argentina. En la práctica de fútbol, la última previo al encuentro de mañana, ya que los trabajos de hoy serán livianos con jugadas de balón detenido, Domínguez paró un equipo altamente ofensivo. La mayoría son los que vienen jugando los últimos partidos de la Copa de la Liga Profesional y también la semifinal de la Copa Argentina con Boca.

Con todos a disposición, pero con un jugador entre algodones, como es el caso de Gastón Benedetti que sigue trabajando diferenciado y debería infiltrarse para disputar la final, el técnico Albirrojo tiene un sola duda. Se trata de Santiago Ascacibar. El mediocampista surgido del Pincha ya se encuentra recuperado de su lesión y trabajó durante toda la semana a la par de sus compañeros. El Ruso mete presión para poder estar en el encuentro decisivo de mañana y, si bien llega sin ritmo de partidos, el DT lo tiene como opción para ponerlo de arranque. En ese caso, quien saldría del 11 titular respecto del último partido con Boca en Córdoba sería Fernando Zuqui. Para Domínguez no es una decisión fácil porque debe dejar afuera a un futbolista que siente la camiseta como pocos en el plantel, o en su defecto a otro que viene jugando y rindiendo muy bien. El interrogante recién se disipará mañana minutos antes de la final.

Por otro lado, se encuentra el presente de Bendetti, que no puede entrenar a la par de sus compañeros por un esguince de tobillo y debería ser infiltrado para jugar de titular. En caso de no llegar, Eros Mancuso sería quien juegue de arranque. El resto parecería estar más claro: Andújar; Godoy, Núñez, Romero, Benedetti o Mancuso; Ascacibar o Zuqui, Rodríguez, Sosa; Rollheiser, Carrillo y Zapiola.