El campo de juego del Kempes, otra vez en el ojo de la tormenta

El partido estuvo cerca de suspenderse por la lluvia que cayó durante la tarde cordobesa. Diego Abal dio el visto bueno luego de dos inspecciones, pero todo comenzó con media hora de demora 

La lluvia fue la principal protagonista en la previa del partido entre Talleres y Estudiantes. A lo largo de toda la jornada, el mal tiempo fue tema de debate y más aún cuando, instalados en el Mario Alberto Kempes, los planteles recorrieron el campo de juego y los arqueros efectuaron la entrada en calor. 

Una vez más, el terreno de juego del estadio, que fue remodelado para la Copa América que se disputó en nuestro país en 2011, quedó en el ojo de la tormenta por su mal estado. En noviembre del año pasado no pudo recuperarse de un evento en vísperas de la final de la Copa Argentina entre River y Central. En marzo de ese mismo año, la Selección argentina tuvo que recibir a Bolivia por la sexta fecha de las Eliminatorias mundialista y el malestar fue generalizado, jugadores y dirigentes se quejaron por la cantidad de arena y el pésimo estado de un terreno, que tendría que haber lucido en óptimas condiciones. 

Ayer por la tarde, y a pesar de la gran cantidad de lluvia caída, el principal problema fue el drenaje. El agua se estancó en las áreas y en los sectores de los bancos de suplentes, obligando al árbitro Diego Abal a recorrer el lugar en dos oportunidades. Tras consultar con sus colaboradores, prefirió postergar el inicio por quince minutos, que luego se transformaron en 30. 

Después de las 17.20, ingresaron los alcanzapelotas junto a encargados de mantenimiento del estadio con secadores y, en una imagen pintoresca e impensada para el fútbol profesional, lograron disminuir la cantidad de agua de algunos sectores más comprometidos. 

Cumplido ese plazo, Abal volvió a transitar el césped y, al ver que la intensidad de la lluvia había mermado y el agua bajado en su caudal, decidió que el partido se lleve a cabo. 

A la hora del pitazo inicial, apareció el sol en la ciudad de Córdoba y se jugó sin inconvenientes.