clásico platense

“El equipo que pierde el clásico se queda esperando al siguiente para tener revancha”

Diego Vera quedó en la historia del derbi platense por su gol para eliminar a Gimnasia en la Copa Sudamericana 2014. El uruguayo dialogó en exclusiva con diario Hoy sobre su recuerdo de aquellos duelos, cómo vivía la semana antes de enfrentar al Lobo y el cariño de los hinchas albirrojos.

Hay partidos que quedan en la historia. Y clásicos que perduran en el tiempo. Por el contexto, por un resultado abultado o bien por alguna consecuencia que generalmente se desata en el equipo que pierde. Uno de los derbis platenses más destacados de los últimos años fue el recordado ida y vuelta por Copa Sudamericana. Transcurría el año 2014 cuando Gimnasia y Estudiantes se vieron las caras en el certamen internacional. En el primer compromiso igualaron 0 a 0 en el Bosque. En el duelo definitorio, el Pincha ganó por 1-0 para avanzar de fase y eliminar de la competencia a su eterno rival. El autor de ese tanto fue Diego Vera. En una charla exclusiva con diario Hoy, “Viruta” recordó viejos tiempos con la camiseta roja y blanca.

―A base de goles y sacrificio, lograste que el hincha de Estudiantes te adoptara como un hijo de la casa. ¿Cómo se vivía la semana previa al duelo con Gimnasia?

―Todo clásico es muy especial, porque está en juego el prestigio de los jugadores, técnicos y dirigentes. Fijate si será importante que, cuando a un equipo le va mal durante el año, muchos opinan que ganando el clásico salvás la temporada.

Está la gastada del hincha ganador al perdedor, estás un semestre sabiendo que ganaste y como que tenés viento a favor; mientras que del otro lado pasa todo lo contrario. El equipo que pierde el clásico se queda esperando el siguiente partido para poder ganarte. Sin dudas son duelos que marcan para bien y para mal .

En el fútbol se dice “partido a partido”, pero cuando se acerca el partido ante Gimnasia lo mirás de reojo. Es impresionante cómo la semana previa y la posterior al partido toda la ciudad habla del clásico platense.

―Quedaste en la historia moderna del club por aquel gol en Copa Sudamericana. ¿Qué recordás de aquella llave y de ese partido?

―Siempre fui un jugador con poco nervio previo, pero de esa llave me acuerdo que cuando estábamos en el bus yendo al estadio , la gente no paraba de alentar en las calles. Y, sin dudas, ahí entra la ansiedad, el nerviosismo, la motivación , la alegría y también la responsabilidad. Como verás, se necesitan muchas palabras para describir lo que es ese momento.

Y por supuesto, bien gestionado, eso juega a tu favor en la cancha .

Tras el empate en la ida, el segundo partido fue en 25 y 32. Con la gente del Pincha cantando a tope, era un clima tremendo , el hincha te mueve y te hace dar un plus. Finalizando el partido la fiesta fue total, una experiencia hermosa y única. Es algo que me va a quedar para toda la vida.

―¿Qué te llevaste de tu paso por el club?

―Soy un afortunado de haber jugado en Estudiantes y haber participado de ese final victorioso.

Quiero aprovechar para agradecer a las personas que confiaron en mí para arribar al club, a los cocineros , utileros , cuerpo médico y por supuesto al hincha. Hasta el día de hoy me hacen llegar mensajes de cariño, eso es muy gratificante para cualquier jugador.

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