Daniel Córdoba analiza la actualidad de las ligas más grandes de Europa.
Barcelona juega un fútbol de más presión que cuando estaba Messi y eso no lo podía hacer. Ganó muy bien el domingo pasado. Fue aplaudido de principio a fin.
Real Madrid debutó muy bien y ganó en Alavés. No sé si le alcanzará. Ni Vinicius, ni Rodrigo, ni Lucas Vázquez, ni Isco creo que tienen la talla para semejante historia.
Atlético sigue competitivo, pero a lo Simeone: aburre. Sin embargo, estará ahí. El resto, lejos pero no tanto. En Alemania, el Borussia Dortmund está por ahora mejor que el Bayern Munich. El resto compite detrás, y veremos qué pasa.
En Francia se juega un fútbol de bastante menor nivel. Ahora todo el protagonismo le cae al PSG por tener a Messi, Neymar, Mbappé y otras estrellas. Sé por qué no quieren irse: es un fútbol “cómodo” pero si no se exigen a full día a día, les costará mucho en la Champions, si el resto le corre, mete y no se le asusta. No le seŕá fácil a los de Messi cada juego local. No hay que temerle y meterle.
De la liga italiana ni se habla. Increíble. Antes era la liga tana y luego todas las demás. Veremos cómo evoluciona.
La liga top, súper top, es la Premier inglesa. Hace varios años sus clubes monopolizan semifinales de Champions. Tiene hoy por hoy al mejor equipo del mundo: Chelsea de Londres. El Liverpool se espera no repita su pésimo año 2020. El Manchester City sigue comprando todo y siendo el más gastador y ni así, el tiki tiki del “versero” de Guardiola (tal nivel de verso casi similar al de las poesías obvias y de bajo contenido de Valdano) se hace indestructible. La sanata de Guardiola es que habla de proyecto y solamente promovió un pibe, mientras gasta, gasta y gasta.
No hay proyecto. Solo hay plata para comprar talento. Digan la verdad y se acaba el verso. El Manchester United esta súper reforzado. Puede ser su año. Debería serlo. El resto acompaña, pero algunos equipos pueden amargarle más de un partido a los conjuntos poderosos.
De América Central, Norteamérica y Sudamérica (Argentina incluida) ni vale la pena habar. Es Brasil y lejos el resto. ¿Cómo lo fundamento esto? En los últimos años a las semifinales de Copa Libertadores llegan o cuatro brasileños o un argentino y tres brazucas. Ya ni jugadores nos vienen a buscar. Aquí siguen reciclándose los veteranos, juveniles que en otra época jamás hubieran llegado a Primera, jugadores de Primera Nacional, B metro o hasta la C o de los torneos federales. También ilustres desconocidos del extranjero. Tristísimo.