El Tarragol apareció y calentó el Bosque

Gimnasia necesitaba volver a ganar para dejar atrás la racha negativa que estaba viviendo en los últimos partidos, donde no consiguió victorias en las últimas semanas y eso hizo que nuevamente se ponga cerca del último puesto de la tabla anual, que otorga un descenso a fin de año. Justamente en ese lugar está Huracán compartiéndolo con otros equipos, por lo que el partido de ayer era clave para intentar romper la racha, volver a la victoria y no seguir comprometiéndose.

En ese contexto, el Lobo fue el que más propuso aunque por momentos reinó la desesperación porque no podía encontrar bien los caminos para inquietar a Huracán más allá de tener las chances más claras después de un comienzo muy intenso.

Allí Benjamín Domínguez fue de lo más destacado con su gambeta y agilidad por la banda, pero con el correr de los minutos se fue apagando, al igual que Alan Lescano creando juego en la mitad de cancha aunque no pudo mantenerlo con regularidad. Por su parte la defensa, que tuvo parches de último momento, siempre se mostró firme y nunca tuvo problemas ante un tibio equipo de Sebastián Battaglia.

Sebastián Romero en el segundo tiempo encontró picardía y movilidad en la banda derecha con el ingreso de Franco Torres, que terminó siendo vital ya que asistió de manera perfecta a Cristian Tarragona. El delantero no venía de buenas participaciones y mismo ayer se lo vio molesto en varias ocasiones que perdió la pelota, pero el goleador huele sangre y convierte. Así fue que la segunda chance clara que tuvo en el partido, cambio cabezazo por gol para el estallido del Juan Carmelo Zerillo.

Así, Tarragona volvió a darle la victoria al Tripero convirtiendo su cuarto tanto en el año para intentar retomar su mejor versión, que no solo necesita el propio número 25 sino más que nada el equipo albiazul, ya que es una pieza fundamental en el ataque con la experiencia que tiene el ex-Vélez.