El delantero al que Messi tildó de “Bobo” en Catar metió la primera que tocó y la Naranja lo dio vuelta por 2-1 en un debut durísimo. En la previa los policias alemanes balearon a un hombre que amenazaba hinchas con un hacha y una bomba casera.
Países Bajos sacó adelante un debut durísimo en la Eurocopa y, sobre la hora, se lo dio vuelta 2-1 a una brava Polonia. El héroe de la Naranja fue nada menos que Wout Weghorst, aquel delantero que cobró fama mundial luego de su cruce con Lionel Messi en Catar 2022, cuando Leo inmortalizó la frase: “Qué mirás bobo, andá pa' allá”.
El encuentro tuvo dos bajas sensibles en la previa: el equipo de Ronald Koeman no pudo contar con Frenkie de Jong y Polonia tuvo la ausencia de su capitán y figura, Robert Lewandowski. Sin embargo, fue su inesperado reemplazante, el gigante Adam Buksa, quien adelantó a los polacos con un espectacular cabezazo sobre la media hora de juego.
Países Bajos era más en el Volksparkstadion de Hamburgo y Polonia resistía gracias a su arquero Wojciech Szczesny. Pero sobre la media hora, un remate de Cody Gakpo se desvió en Bartosz Salamon y dejó fuera de combate al 1 de la Juventus.
No obstante, Polonia no acusó el golpe tras el empate neerlandés y volvió a tener chances para pasar al frente. El encuentro se transformó en una partida de ajedrez y, al final, pesó más la jerarquía que tenía Koeman en el banco de suplentes.
El extécnico del Barcelona mandó a la cancha a Weghorst a los 81 y, dos minutos más tarde, en la primera pelota que tocó, clavó el 2-1 con un buen anticipo goleador.
Locura en la previa
Las grandes citas futboleras en el Viejo Continente nos tienen acostumbrados a tristes historias y la Eurocopa no iba a ser la excepción. Mientras algunos se toman el folclore con buena onda, otros sacan a relucir su costado más violento: en el día de ayer la Policía de Hamburgo le disparó a un hombre que amenazaba a los hinchas ¡con un hacha!
Según la prensa alemana, el hombre amenazó a los agentes con un pico y llevaba en su mochila un “dispositivo incendiario” (una suerte de bomba molotov). El atacante, baleado por la Policía, se encuentra en estado grave.
Había alrededor de 30.000 aficionados neerlandeses en la ciudad y un número similar de polacos, y la previa se desarrolló con normalidad más allá de este bochornoso episodio.