Tras una discusión en la puerta del vestuario, hubo agarrones y gases lacrimógenos.
Una polémica eliminación sufrió Boca ante Atlético Mineiro por la Copa Libertadores, donde el VAR le anuló un increíble gol al Xeneize.
Tras el encuentro, hubo incidentes entre la Policía y los futbolistas de la Ribera, quienes se enojaron con la actitud de los uniformados. Por este enfrentamiento, ocho integrantes de la delegación Xeneize podría quedar detenidos.
Tras unos agarrones, los efectivos lanzaron gases lacrimógenos, lo que generó un peor clima. Inclusive, la delegación dirigencial estuvo en el caos y también mostró su enojo con los agentes. Un verdadero papelón que empaña nuevamente al fútbol.
Según trascendió, todo comenzó porque el presidente de Atlético Mineiro lanzó botellas a los jugadores de Boca. Ante esto, hubo enojo de la delegación y la Policía intentó a reprimir. En los cruces con efectivos y empleados de seguridad, hubo piñas, forcejeos y empujones. Uno de los más exaltados fue Marcos Rojo, que golpeó a uno de seguridad y le quiso lanzar un matafuegos.
Para colmo, los efectivos comenzaron a lanzar gases lacrimógenos, por lo que los futbolistas debieron correr por los pasillos e inclusive salir al campo de juego. El más perjudicado fue Alan Varela, quien se mostró ahogado en plena cancha.