Jazmín Sallis, embajadora platense en el Mundial

Con tan solo 19 años, la deportista acaba de clasificar a la cita ecuménica de Alemania con el seleccionado argentino de básquet adaptado. Un relato conmovedor que demuestra que en la vida nada es imposible

Jazmín Sallis nació en el barrio de Los Hornos y estudió en la Escuela Anexa y el Colegio Nacional Rafael Hernández. Llevaba una adolescencia tranquila, hasta que a los 14 años la vida le jugó una mala pasada con un episodio que cambiaría todo: una bala perdida, proveniente de un ajuste de cuentas en Villa Catella, se alojó en su columna vertebral, provocándole una paraplejia que la obliga a utilizar desde ese entonces una silla de ruedas.

“Pasé dos meses en el Hospital de Niños y luego otros cinco rehabilitándome en una clínica; durante ese tiempo aprendí a recuperar mi independencia con esta nueva forma de vida que debo enfrentar”, relató Jazmín, quien pese al duro golpe que recibió, sorteó los obstáculos y se convirtió en una de las figuras de River y del seleccionado nacional de básquet adaptado. 

En diálogo con diario Hoy, la joven deportista, que además quiere incursionar en el mundo de la psicología, contó su reciente clasificación con el equipo al Mundial de Alemania del próximo año, gracias al cuarto puesto obtenido en la Copa América que se realizó en Cali, Colombia.

—¿Cómo empezaste a incursionar en el básquet adaptado?

—Dos años después de que yo sufriera el impacto de la bala, mi mamá vio una exhibición de básquet en silla de ruedas del equipo ADIAR de Ensenada y por casualidad terminó hablando de mí con el presidente del club, quien me invitó a participar. Al principio acepté solo porque me insistieron bastante, ya que nunca había sido muy amante de hacer deporte. De hecho, en la escuela, antes del disparo, solo pensaba en qué excusa poner para zafar de Educación Física (risas). Al final fui y me terminó encantando.

—¿Le dedicás mucho tiempo al deporte?

—Sí, le dedico mi vida. Tengo planes de estudiar Psicología el año que viene, pero quedaría en un segundo plano, ya que mi prioridad es el básquet. Por ahora solo me dedico a entrenar y mantener mi casa y a mi gata.

—¿Cómo se encuentra esta disciplina?

—El deporte adaptado está ganando bastante terreno últimamente, sobre todo por el tenista Gustavo Fernández, que es el primer argentino, tanto en convencional como en adaptado, en llegar a ser número uno del planeta; es un ejemplo en todo sentido. La disciplina ha empezado a tener más difusión. Más allá del apoyo estatal, era muy difícil conseguir deportistas, ya que había poca difusión y se hacía muy complicado para una persona con discapacidad llegar al mundo del deporte.

—¿Disputaron una buena Copa América con el seleccionado?

—Fue un torneo que salió muy bien, ya que conseguimos el objetivo que fuimos a buscar y para el que estuvimos trabajando mucho tiempo: la clasificación al Mundial de Hamburgo 2018. Fue un torneo raro en la rama femenina. Se bajaron dos países que estaban clasificados a la Copa justamente por no tener apoyo económico (Perú y México) y, al ser solo cinco equipos, se disputó un “todos contra todos”. Salimos cuartas y eran cuatro las plazas otorgadas, así que quedamos felices.

—¿Cómo fue el nivel del torneo?

—Dos de los países que participaron son potencias a nivel mundial, Canadá y Estados Unidos, que siempre se suben al podio en todos los torneos; Canadá fue campeón de esta última Copa América y Estados Unidos fue el último vencedor paralímpico. Por tratarse de grandes selecciones y teniendo en cuenta que nosotras estamos en crecimiento, les hicimos muy buen partido y le bajamos el goleo igual que a Brasil, que es un conjunto fuerte. El partido que teníamos que ganar, y lo hicimos, era ante Colombia, el local.

—¿El gran objetivo es el Mundial?

—Sí. Ahora empezamos otro proceso con miras al Mundial y estamos motivadísimas para poner lo mejor de nosotras y quedar entre las 12 seleccionadas, representando al país con lo mejor que tenemos.

—¿Actualmente jugás en River?

—Sí, es uno de los mejores equipos del país. Además estoy en la Selección hace aproximadamente dos años, siendo la jugadora más joven, y también soy capitana del Sub 21, selección con la que salimos campeonas de un Parapanamericano en San Pablo este año.