Jugadores barbudos, un estilo en extinción

El folklore del fútbol sobrevive a través de las épocas, pero los jugadores con barba ya casi no se ven. Un repaso de los que usaban barba, candado o bigote. Usted... ¿ya se afeitó?

Fumaba el jockey largo y mientras hacía un circulito con el humo mirando al cielo, al bajar la vista y posarla sobre el “paño verde”, tenía esos veintidós cracks animando el domingo. Ahí fue cuando ese hincha con gorrito, sacó el grito desde el alma, tras verlo en una nueva jugada memorable: “Checho viejooo nomás”. Batista, el barbudo más famoso, que en 1986 volvió de un Mundial con la gloria a cuestas.

Esa casta de jugadores ya son parte de un pasado que se añora. Los “barbudos”. Entre los 22, algún futbolista con barba siempre había. Desde hace décadas empezaron a imponerse en los planteles los “pendex” de “raros peinados nuevos”. Dentro del periodismo deportivo, este oficio que con su pluma o su palabra debe retratar la realidad lo más fielmente posible, pocos muestran sus bellos en el rostro.

Intentaremos juntarlos a todos, en una crónica como tal vez gustaría hacer el recordado Roberto Fontanarrosa (dicho sea de paso, siempre con barba), que en la platea de su amado Rosario Central habrá visto a Ariel Cuffaro Russo -luego como entrenador luciría prolijo, con el afeitado diario en su nueva función-. En la misma ciudad, pero en la vereda de enfrente, hubo un “8” sensacional: Gerardo Daniel Martino, sí, el “Tata”, hoy DT, que se hacía el vendaje arriba de las medias y muchas veces apareció con una tupida barba.

El propio Newell’s conoció a más tipos con “chiva”, como el caso de Jorge Walter Theiler (ya posaba así como Juvenil en una selección Argentina), y Alfredo Jesús Berti, rapado y con barbita colorada.

Pero nadie de los hasta aquí nombrados tuvo tanto pelo como el paraguayo Rogelio Delgado, zaguero de Independiente campeón en el ’89. De la misma sangre guaraní, River Plate tuvo un representante de este “look” con aires a caudillo: Enrique Atanasio Villalba. Y también sudó la Banda Roja un uruguayo con barbilla: Hugo De León, que arribó a  Nuñez veterano y fue campeón.

En el poster riverplatense que ganó el Metro ’77, aparecen tres bigotudos: Lonardi, Héctor López y Leopoldo Jacinto Luque. Casi que no se ven ni en la calle.

Los hinchas de Boca Juniors en los ’80 supieron venerar por temple y personalidad a Roberto Pasucci (barba estilo candado), y a un delantero oriundo de Pergamino: Néstor Horacio Tessone. Otro “raspó” en La Bombonera con su brava barba fue Richard Tabarez, que luego pasó a Chaco For Ever.

¿Y de ahora? Busque, busque, pero no va a tener suerte para encontrar, salvo a Diego Villar, que fue quien inspiró a este homenaje, un tripero joven pero con mucha “zabeca” que también aportó otros dos albiazules de gruesa barba y no de tres pelos: Sergio Merlini y Ricardo “La Momia” Kuzemka.

No podemos cerrar la galería sin mencionar a Jorge Alberto García, de San Lorenzo, y a aquel goleador de todos los domingos en Racing, Walter Fernández.

¿Batista o Jesucristo?

Un referente mundial de los barbudos fue Sergio Daniel Batista, que levantó la copa del mundo en México ’86. Incluso después del gol inmoral de Maradona a los ingleses, Diego dijo: “pensé que me venía a saludar Dios”. La broma –otra genialidad del 10- se refería a que el primero en abrazarlo fue el “Checho”.
Hay dos mundialistas más con inmortal barbilla: Julio Ricardo Villa y el ya citad Luque, ambos del ’78.

Hablando de Maradona, uno de sus grandes amigos en el ambiente fue Carlos Fren, que en Nueva Chicago (Primera A 1983) y en Racing llevó la mandíbula tapada de duros pelos negros.

De la década del ’90 hay destacados “ñulistas”: Guillermo Franco (aquel de la Selección de Basile) y el brasileño Ricardo Rocha.

Y uno que por su espíritu de lucha y su cabeza se asemejaba a un luchador de Titanes: Carlos Amodeo, de Platense. Ah, ¿se acuerdan de Germán Martelotto, exquisito 10 del Deportivo Español?

En el Ascenso, los fanáticos de Cambaceres recordarán a un “5” campeón de la  1ra “C” 89/90: Daniel González, apodado “Checho” claramente por la influencia de Batista.

Villar, el sobreviviente

Surgió en Godoy Cruz, sufrió y gozó con Gimnasia en aquellas Promo, y hoy está en Racing. Diego Nicolás Villar, quien acaba de festejar 31 años (nació en Mar del Plata el 25 de abril de 1982) dice: “sé que no es habitual en los jugadores de hoy, pero yo la usé siempre y me siento cómodo. La mía es de las que se usaban antes. Me preguntan cuándo me voy a afeitar, que parezco más viejo... y bueno, es mejor que crean que ese viejito no puede correr, así los sorprendo...”.