“Me dijeron de nacionalizarme para jugar en la Selección de Mozambique”

Ramiro Blanco es un arquero platense que hizo inferiores en Estudiantes y el último año jugó en Textáfrica, equipo de la Primera división del país africano. En diálogo con este medio, relató vivencias de una aventura exótica en un lugar remoto

El Clásico

23/12/2017 - 01:56hs

A  8.933 kilómetros de La Plata se ubica la ciudad de Chimoio, situada en la provincia de Manica, Mozambique, un país de habla portuguesa, producto de la colonización de los lusos en los siglos pasados. Allí, un platense hizo “patria” en búsqueda de cumplir su sueño: vivir del fútbol. 

Sin un sueldo holgado, Ramiro Blanco, arquero que formó parte de infantiles en el club DIVE de Villa Elisa y posteriormente estuvo en las juveniles de Estudiantes, se las arregló el último año para jugar más de veinte partidos en el Textáfrica, un club de Primera división del mencionado país africano. 

Íntimo amigo de Daniel Sappa, segundo golero del Pincha, “Rama”, de 22 años, admitió que allí la competencia se asemeja a la de la Primera B Metropolitana de la Argentina.  

En diálogo con este medio, Blanco reconoció que cuando llegó a Mozambique se preguntó: “¿Dónde me metí?”. Además, confió que le ofrecieron defender los colores de la Selección del país africano.

—¿Cómo arrancó esta aventura?

—A principios de 2017 un excompañero me escribió desde Mozambique porque le pidieron un arquero. Me dijo que sería una linda oportunidad, que me iban a llamar. Tras una semana, ya estaba viajando.

—¿Qué averiguaste del lugar?

—Solo pensaba en irme y jugar al fútbol, no me importaba dónde. Una mañana estaba con mi mamá y le dije: “me voy”. Ella, por suerte, me apoyó, y comencé a buscar el país por internet. 

—¿Económicamente te sirvió?

—En ese sentido, no me sirvió de nada, solo en lo futbolístico. 

—¿Qué hiciste una vez que llegaste?

—Llegué a la capital un 7 de febrero, con 40 grados. El aeropuerto es muy grande, me quedé en la casa de los dirigentes. Lo primero que pensé fue: “¿Dónde me metí?”. Después me llevaron a mi casa, a tres kilómetros del aeropuerto de Manica, que es más chiquito. Ahí sí, estaba en medio de África, con todo el relieve montañoso, árboles, era muy distinto a acá (por La Plata). La gente pasaba con frutas y verduras en la cabeza, todos trabajando.

—¿Qué diferencia hay con el fútbol argentino?

—Hay muy buen nivel, son rápidos y fuertes, físicamente sacan ventaja. No son comprometidos con la presión, la marca y los entrenamientos. No se vive el fútbol como en Sudamérica.

—¿Te dijeron de jugar para el seleccionado de Mozambique?

—Tuve buenos partidos. El presidente nuestro, que vivía en la capital junto a otros dirigentes, me dijo de nacionalizarme para jugar en la Selección de Mozambique. Dejé ahí el tema, pero es la Selección, juega la Copa de África, Eliminatorias, etc.

—¿Retrocediste o avanzaste?

—Tuve la suerte de que mi posición es particular y no cambia mucho. Mis compañeros, que son jugadores de campo, sintieron la diferencia. Uno de ellos era lateral izquierdo, y acá se destacaba por su velocidad, por pasar al ataque y ganar. No sabía que hacer, porque allá eran más rápidos. Se puede asemejar a la B Metropolitana. Obvio que, comparado a la Primera división de acá, es totalmente distinto el fútbol en Mozambique.

Del mismo club y barrio que Sappa

Ramiro Blanco confió que se lleva muy bien con Daniel “Pepi” Sappa, el segundo arquero de Estudiantes. Ambos no solo comparten puesto sino que también se criaron juntos en Villa Elisa.

A metros del club DIVE, ambos formaron parte del mismo equipo y también se enfrentaron representando a distintos clubes en las juveniles de AFA.

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