El mejor jugador del mundo se hartó de la dirigencia: no toleró el circo que se hizo con la presentación de Koeman y mucho menos los planes para el futuro. Se quiere ir, pero la cláusula es de 700 millones de euros. Tire y afloje para forzar la salida a contrarreloj.
A los 33 años y después de tres frustradas temporadas en los que el equipo no pudo ganar la Liga de Campeones, Lionel Andrés Messi está harto de la dirigencia del Fútbol Club Barcelona.
Especialmente de las personas que actúan y se sienten más importantes que él dentro de la institución.
Lejos de aplacar la crisis, a dos días de la eliminación con el Bayern Munich, la decisión de reemplazar a Setién por Koeman y presentarlo con bombos y platillos como el gran salvador terminó de rebalsar con la gota el vaso de la paciencia del mejor jugador del mundo.
Según expresaron allegados a la Selección Argentina, Messi observó por televisión cómo el holandés anunciaba cambios y un profundo trabajo. Pero a los dos días estaba twitteando de la Selección de su país.
Messi esperaba que al menos se haga un intento para conocer las intenciones de Xavi Hernández, o que consulten con Gabriel Milito. O directamente que se apoyen en la experiencia de Pep Guardiola o Iniesta para este momento.
Lejos de esto, se apeló a un entrenador de otra generación, mucho más grande que él, que maneja otros códigos, que entrena de forma distinta, y que parece haber sido elegido solo para implementar mano dura y hacer una limpieza en el plantel.
Si bien el rosarino llegó a reunirse con Koeman a las pocas horas de que el holandés asumió en el cargo, en el comienzo de esta semana se conoció la decisión de prescindir de Luis Suárez y Arturo Vidal. Esto parece haber sido una mojada de oreja para alguien que ama al club y que muchas veces rechazó ofertas millonarias para seguir ligado a la institución.
La actual dirigencia tiró demasiado de la cuerda, que ahora se mantiene sin cortarse por los 700 millones de euros que establece la cláusula de salida que debería pagar cualquier club del mundo que pretenda contratar al número 10 y capitán de la Selección Argentina.
Messi, al enterarse de las primeras decisiones con respecto a Suárez y a Vidal, además de darse cuenta que no hay suficiente resto económico para contratar a una figura como Neymar que lo acompañe, informó que pretende marcharse de la institución.
Por tal motivo, el argentino quiere renegociar los términos de la cláusula de salida para que a cualquier club que quiera contratarlo no le resulte imposible.
Cabe señalar que nunca en la historia del fútbol mundial se llegó a pagar más de 250 millones de euros por un jugador, y el pase de Messi (o las condiciones de su salida) son de 700 millones.
Se viene una dura negociación
El cómo de la salida de Messi también abre un gran interrogante. El contrato vigente se firmó en 2017 y tiene una cláusula de opción unilateral de salida antes de empezar la temporada 2020/21.
Lo que comunicó hace instantes, entonces, es que su intención es hacer uso de la misma, pero su partida tendrá seguramente una dura negociación previa.
Con la decisión confirmada de Messi de abandonar el Barcelona, solo le quedaría la opción de sentarse y negociar con la dirigencia.
En sus últimas apariciones públicas, Bartomeu no parecía dispuesto a dejarlo salir: “Sigue siendo el mejor del mundo, el número uno y lo tenemos nosotros. Siempre diseñamos proyectos para que crezca y en el nuevo proyecto será igual".