Pese a todo y todos, su gente siempre resiliente

Gimnasia igualó 0 a 0 en el Bosque frente a Argentinos Juniors en un partido donde la gente luchó cada minuto como si fuera un jugador más en la cancha. Hay que decirlo, ya es habitual, tristemente desde aquella noche trágica frente a Boca, el Bosque volvió a ser noticia por el enorme despliegue policial efectuado en la previa y porque los socios del Lobo volvieron a ser ejemplo de buen comportamiento. Antes, durante y tras el pitazo final del árbitro Yael Falcón Pérez.

Las tribunas tardaron en llenarse, por cuestiones lógicas claro está. Un lunes, a las 15 como horario principal, fue un insulto a los hinchas triperos y un respaldo a la teoría de los organismos de seguridad que sostienen que, al menos hasta que termine la actual Liga Profesional, Gimnasia no volverá a jugar por la noche, ya sea por cuestiones organizativas como también de seguridad.

Pese a ello, y mucho más, el hincha tripero dijo presente. Banderas colgadas al revés en señal de protesta y por supuesto el trapo de “Justicia por Lolo” que quedará presente por mucho tiempo en el Juan Carmelo Zerillo. El único que podía leerse derecho.

La centenario explotó, las plateas llenas de socios, la cabecera que daba a avenida 60 no pudo completarse pero el color de la pasión no faltó. El “olé, olé, olé, olé, Pipo, Pipo” sonó en todo el estadio. Es que la buena noticia llegó en la previa (ver aparte) ya que Néstor Raúl Gorosito continuará como técnico de Gimnasia a lo largo del 2023. El entrenador firmará la renovación contractual a lo largo de la semana.

El enemigo en común estaba vestido de negro. No fue ninguno de los futbolistas de Argentinos Juniors, no fue el planteo de Gabriel Milito, mejor que el de Pipo en el primer tiempo pero superado por los cambios del técnicoalbiazul en el complemento. Fue el árbitro, Yael Falcón Pérez.

Al Lobo, al igual que contra San Lorenzo, le pasaron factura por exponer a los organismos de seguridad. Al menos eso se hablaba en zona mixta, dentro del ámbito dirigencial, con impotencia y sensaciones encontradas. Lo paga la gente con horarios irrisorios para alentar a su equipo y los futbolistas con arbitrajes que lo vienen perjudicando en cada pelota dividida a lo largo de los 90 minutos.

Cayó el telón y llovieron los aplausos, puede ser un punto inteligente dependiendo del resultado de mañana (sí, mañana) frente a Boca. El hincha está incondicionalmente con la Piponeta, el técnico a muerte con el club y la idea. Puede cerrarse una gran semana. La actitud está.