El Ciclón consiguió un nuevo empate, el quinto en fila, pero con un sabor especial, por haber sido de manera agónica y ante el Quemero que saboreaba una victoria necesaria e histórica.
San Lorenzo, con un jugador menos, le empató el clásico barrial a Huracán por 1-1 con un penal en la última jugada de un partido que tuvo de todo. Bareiro, uno de los goleadores del torneo, hizo, de penal, el angustioso gol del empate a los 52 minutos del segundo tiempo, cuando el local jugaba con uno menos por la expulsión de Hernández. El Globo se había puesto en ventaja mediante el tanto de Pussetto, a los 15 minutos del complemento.
San Lorenzo consiguió un nuevo empate, el quinto en fila, pero con un sabor especial, por haber sido de manera agónica y ante el Quemero que saboreaba una victoria necesaria e histórica.