La convocatoria de Miramón al Mundial y de Felipe Sánchez como primer suplente de reemplazo en la lista de Mascherano, así como el presente de Alan Lescano y Benjamín Domínguez, modificaron el paradigma de una institución que estaba a la deriva cuando cambió la conducción.
La reciente convocatoria de Ignacio Miramón para la Selección Argentina Sub-20 que comenzará a jugar el Mundial el próximo sábado fue la frutilla del postre para el primer cuatrimestre del año en Gimnasia en cuanto a la consolidación de los juveniles en Primera.
Desde la Comisión Directiva trazaron un cálculo de la capitalización del patrimonio a través de la consolidación del proyecto, y se estima que los valores de mercado de los jugadores del equipo que empezaron a tener continuidad en las primeras 16 fechas de la Liga asciende a 20 millones de dólares.
El cálculo es estimativo y está sentado sobre la base de antecedentes de trasferencias de otros juveniles de otros clubes al exterior, luego de haber tenido una experiencia mundialista.
Además de Miramón, el Lobo recibió la notificación de que Felipe Sánchez es el primero en la lista en el caso de que el cuerpo técnico de Javier Mascherano tenga que improvisar un cambio en el listado oficial que fue presentado para disputar la competencia que comenzará el próximo fin de semana.
“Todavía se pueden hacer cambios, y en el caso de que haya algún lesionado sobre la competencia iniciada, ya sabemos que Felipe estará como primera opción”, reveló ayer a este diario una calificada fuente de la dirigencia gimnasista.
La CD estima que entre las nuevas cotizaciones que van a ponerle a los pases de Alan Lescano, Benjamín Domínguez, Felipe Sánchez, Ivo Mammini, Bautista Barros Schelotto y sobre todo Ignacio Miramón, el Lobo podría vender hasta por 20 millones de dólares en los próximos seis meses.
De concretarse esta intención se presentarían dos escenarios: en el deportivo, Gimnasia perdería lo que cocinó a fuego lento y con mucha paciencia. En el económico, duplicaría el valor total de la deuda real que tiene el club con acreedores y demandantes, que en la actualidad asciende a una suma cercana a los 10 millones de dólares.
El cálculo no es exacto, pero sí estimativo y no deja de entusiasmar a la propia Comisión Directiva, que podría salir al mercado de pases pensando en poder reforzar al equipo sin inhibiciones.
Además, pretende sacarse de encima las deudas con exdirigentes como Gabriel Pellgrino y otros exvicepresidentes, que en su momento prestaron sumas en dólares y ante la devaluación del peso se hace muy cuesta arriba devolver ese dinero de no ser vendiendo jugadores en la moneda extranjera.