El tenista argentino fue el gran protagonista de un duelo que será recordado por mucho tiempo al poner en aprietos al serbio Novak Djokovic, quien terminó ganando 1-6, 7-5, 6-3, 5-7 y 3-6.
Desde la victoria de Juan Martín del Potro en su debut en los Juegos Olímpicos de Río 2016 o el memorable triunfo de Guillermo Coria en 2005, no se había visto a un argentino poner en aprietos al legendario Novak Djokovic. La cancha Philippe Chartier, escenario principal de Roland Garros, fue testigo de un partido especial para Francisco Cerúndolo, ubicado en el puesto 23 del ranking mundial de la ATP, quien libró una dura batalla contra Nole por un lugar en los cuartos de final del segundo Grand Slam del año.
Tras un buen comienzo del serbio, quien ganó el primer set, el tenista de Buenos Aires se quedó con los dos siguientes parciales, pero cayó en el cuarto y quinto set, cerrando un notable encuentro que concluyó 1-6, 7-5, 6-3, 5-7 y 3-6. El número 1 del mundo mostró molestias en una rodilla, fue atendido en varias ocasiones, pero mostró una notable mejoría al final.
En el primer set, el serbio logró romper el saque del argentino en el cuarto game tras un inicio titubeante y mantuvo el suyo para ponerse 4-1. La confianza en el juego de Nole aumentó notablemente, llevándose la primera manga en 40 minutos por 6-1.
El segundo set comenzó con cierta preocupación cuando en el tercer game Novak Djokovic sintió una molestia en la rótula de su rodilla derecha. En el descanso del 1-2 pidió al fisioterapeuta, quien ingresó para trabajar en la zona afectada. La incertidumbre creció cuando Nole se acostó sobre una camilla en la cancha mientras el profesional realizaba movimientos de recuperación. Antes de que se cumpliera el tiempo médico reglamentario, el serbio se puso de pie y decidió continuar.
En el cuarto set, el bonaerense tuvo el partido a su favor, pero algunos errores no forzados y una doble falta inoportuna despertaron a la leyenda de Belgrado. Con una jerarquía innegable, Djokovic se recuperó con un sacrificado 7-5, llevando el espectáculo al quinto set. Con una notable mejoría física, psicológica y tenística, Nole amenazó con dilapidar las esperanzas del argentino.
El último capítulo demostró la jerarquía del mejor del mundo. Dejando atrás sus dolores, el fastidio por el estado de la cancha y la producción dudosa, el serbio se impuso por 6-3 para avanzar a la siguiente fase tras una batalla de más de cuatro horas y media. La leyenda de Belgrado planeó hasta la victoria en una guerra que parecía imposible de ganar. Mística y experiencia para el máximo candidato al título.