Todo por Gimnasia: Viajó en moto hasta Chaco para ver al Lobo
Un hincha tripero recorrió 1000km para alentar a su equipo.
Entre otras particularidades que se dieron un 9 de agosto, River se consagró con el Clausura 1997, mientras que un año después comenzaba la era Bianchi en Boca. En esa misma temporada, el Viejo alcanzaba una marca importante dirigiendo a Gimnasia.
09/08/2022 - 00:00hs
Lo interesante de hacer revisionismo es la sorpresa que genera saber la cantidad de sucesos que se dieron en una misma fecha. En esta ocasión repasamos los hechos, anécdotas y declaraciones de la historia del deporte argentino que ocurrieron un día como hoy, el 9 de agosto, de otros años. Entre los más relevantes, River gritaba campeón y Boca iniciaba una de las eras más exitosas de su historia. En nuestra ciudad, Carlos Timoteo Griguol se sentaba una vez más en el banco de Gimnasia y cumplía su partido número 1.000 como director técnico.
Un 9 de agosto pero de 1997, el elenco Millonario ganó el torneo Clausura al vencer en el estadio José Amalfitani a Vélez por 2 a 0. Los goles de aquella recordada tarde fueron obra del astro uruguayo Enzo Francescoli. El primer gol del Príncipe fue de cabeza y el segundo tras una gran acción individual. De esa manera, el conjunto de Ramón Díaz se coronó bicampeón. Ese año el conjunto de la Banda también ganaría el Apertura, título que significó el tricampeonato.
Un año más tarde, pero también cuando el calendario marcaba 9 de agosto, comenzaba la era de Carlos Bianchi en Boca, la etapa más exitosa del club de La Ribera. Su debut de manera oficial en el fútbol argentino fue en la primera fecha del Apertura, en la goleada del Xeneize ante Ferro por 4-2 en Caballito. Sartori, en contra, Palermo, Navas y Riquelme marcaron los goles del ganador.
La gran marca del Viejo
También un 9 de agosto de 1998, en la derrota de Gimnasia a manos de Unión de Santa Fe por 3 a 2, Carlos Timoteo Griguol cumplió su partido número 1.000 en su trayectoria como entrenador. Sus inicios fueron en 1971 en el banco de Rosario Central. En Primera, se consagró con el Canalla en el Nacional 1973 y con Ferro logró los Nacionales de 1982 y 1984. En tanto, en el plano internacional, con River ganó la Copa Interamericana 1987. Por supuesto, en nuestra ciudad es recordado por el imborrable recuerdo que dejó en los corazones albiazules: el Viejo se ganó el respeto de todos por su estilo de conducción y los valores que les inculcaba a sus dirigidos. En el Lobo consiguió los subcampeonatos en el Clausura 1995, Clausura 1996 y Apertura 1998.
En los últimos años de su carrera, dirigió también al Real Betis (1999) y Unión (2002), antes de cerrar su etapa como DT en el Tripero (2004). En su honor, en 2015, Gimnasia bautizó con su nombre el Campus, mientras que Ferro le dedicó una estatua en su sede social en 2016.