Vivas se reinventó con otro esquema

Probó con el 4-1-4-1 para volver a sumar de a tres y trepar en el torneo. El director técnico dirigió ayer su partido oficial número 41 y alcanzó una efectividad del 62,6%

Con una victoria esperada y necesaria, y con otro dibujo táctico, Vivas enhebró un nuevo triunfo al frente del Pincha para seguir de cerca a Boca y mantenerse en el pelotón de los punteros.

Con un 4-1-4-1 más definido, con Javier Toledo como faro en punta, Estudiantes volvió a sumar de a tres en condición de local (segundo partido consecutivo tras el 1 a 0 ante Patronato), cosechando siete de los últimos nueve puntos posibles.

La campaña de Vivas fue voraz en efectividad casi a lo largo de todo 2016. En el torneo Transición llegó segundo en su zona y se clasificó para el desempate por un cupo a la Libertadores: venció a Godoy Cruz en Córdoba y entró a la fase de grupos de la Copa.

Con la clasificación asegurada, el arranque en la actual temporada fue a toda orquesta y bajando récords históricos del club: 21 partidos invicto (había perdido el 5 de marzo, ante Huracán, y se mantuvo sin caer hasta el 26 de noviembre, cuando perdió en el Florencio Sola 3 a 2 frente a Banfield) y el mejor inicio de toda la historia para un plantel de Estudiantes, por encima de ciclos como los de Zubeldía o Sabella. Fueron ocho victorias y dos empates en las primeras diez fechas de este torneo, llegando al 86,6% de los puntos. El mejor de los promedios…

En el medio estuvieron la sorpresiva eliminación en la Copa Argentina ante Unión y la caída con Belgrano por la Sudamericana, que a priori era el gran objetivo albirrojo en el segundo semestre de 2016.

El primer gran cimbronazo en el torneo fue la caída con el Taladro en la fecha 11, que terminó con el invicto, y luego el equipo ingresó en un tobogán de irregularidad que incluyó la derrota en el debut ante Botafogo en la Libertadores.

Patronato marcó el inicio del repunte en el Pincha: desde entonces, dos victorias y un empate para no perderle pisada a Boca. Y quiere más...