La madama que revolucionó Hollywood
La historia de Heidi Fleiss, quien ejerció “la profesión más antigua del mundo” y erigió una empresa que vio pasar a varios famosos.
Tras presentarla en salas, el realizador incursiona en otros terrenos con su última película. En ella rescata la labor de una mujer estadounidense que eligió Argentina como su destino.
06/09/2021 - 00:00hs
Alfredo Lichter lleva su última película, La soledad de los huesos, a CINEAR.PLAY, en donde refleja la investigación de Natalie Goodall, una mujer que a principios de la década del 60 llegó desde los Estados Unidos a Tierra del Fuego para hacer de ese mundo su mundo. Diario Hoy dialogo con el realizador para saber más detalles de la propuesta.
—¿Cómo te sentís con la llegada a la plataforma de la propuesta?
—Muy bien, porque si bien el público está volviendo a las salas, es importante llegar a las plataformas para mostrar el trabajo. No es la experiencia del cine, pero es parte de lo que se ha incorporado hace algunos años.
—¿Cómo fue tu encuentro con Natalie?
—La conocí a finales de los 70, principios de los 80; ella ya estaba instalada allí y trabajando en la colección de huesos, que luego tuvo forma de museo. Yo trabajaba en la parte de mamíferos marinos para el Museo de Ciencias Naturales de Buenos Aires. La invitamos a que venga a una reunión de referentes, que eran muy pocos por ese entonces, y vino. Nos conocimos en la reunión y luego mantuvimos contacto. Siempre fue una referente, me ayudó en algunos trabajos, hicimos cosas en conjunto, nos tratamos; no nos vimos asiduamente, pero siempre estuvimos en relación.
—¿Por qué es tan solitaria la tarea de los científicos asociados a la actividad?
—En algún sentido tiene que ver, sobre lo que yo sé y mi campo, con que generalmente es una actividad solitaria. Y repasando a figuras emblemáticas, como Darwin, por ejemplo, que estuvo aquí; también estuvo casi solo. La actividad, además, se da generalmente en lugares solitarios; está en su definición.