Cabeza de Cabra: “Tocar en vivo es impresionante”
Durante una charla con diario Hoy, los músicos presentaron su nuevo material discográfico y los detalles del show que traen entre manos.
ENTREVISTADurante una charla con diario Hoy, los músicos presentaron su nuevo material discográfico y los detalles del show que traen entre manos.
29/03/2022 - 00:00hs
Fundada en La Plata, Cabeza de Cabra es una banda de rock and roll que está integrada por Nicolás “Nocha” Vidart (bajo); Christian Vercesi (batería); Hernán Gil (guitarra), Leandro García Masei (guitarra); Lucas Pigueiras (guitarra); Nacho Bruno (voz y guitarra); Florencia Natalia Logulo (coros); y Federico Machi (piano, Hammond y Rhodes).
En el presente, los buenos muchachos pusieron manos a la obra para producir y grabar el EP titulado Nada se termina. Es por ello que dialogaron con este multimedio para brindar los detalles de la función especial que darán el 9 de abril, a las 21 , en el Teatro Favaloro ubicado en 117 y 67.
—¿Cómo viven esta nueva formación?
—Venimos tocando hace varios shows así, estamos cómodos y nos conocemos mucho. Nocha (bajo) es uno de los últimos que se incorpora pero tocamos juntos hace más de veinte años. Pasamos por tres bandas, es un montón de tiempo. Y después el ingreso de Flor en los coros, segundas voces que cambio el color de La Cabra, la Negra es una talentosa y una manija, y cuando existen esos dos componentes, no hay forma de que no funcione. Es un lujo esta nueva la formación.
—¿De qué va el EP que están presentando?
—Son cuatro temas de este nuevo formato de disco. Nos planteamos, en lo posible, sacar un disco corto por año porque las nuevas escuchas, las plataformas digitales y el avance tecnológico así lo requieren. De igual forma, haremos algún disco físico quizás o juntaremos todos los EP y lo publicaremos. Camina un lugar parecido al anterior que es Ciudad del rock and roll. En este caso, Nada se termina es, en parte, una continuidad conceptual de un género que está fuera de mercado e industria como lo es el rock and roll. Tiene una canción, en pegadizo, uno más pesado y una gema. En cuatro temas pudimos resumir la versatilidad musical de la banda sin salirnos del estilo de la vieja escuela.
—¿Qué sensaciones los rodean ante el estreno?
—Tocar, de por sí, es impresionante y ahí uno se olvida de absolutamente todo. Somos una banda relativamente nueva, con tres años de rodaje pero con prácticamente dos de pandemia, no hemos hecho tantos conciertos así que cada uno es tomado con responsabilidad, ansiedad y compromiso, de sonar bomba, de tocar corazones y de disfrutar entre nosotros porque eso contagia. Tocar en vivo es impresionante, y presentar un disco más, aun en lo raro de presentar algo que no tiene formato físico.
—¿De qué van las letras y las melodías?
—Las letras tienen la cotidianidad que nos ofrece y permite el estilo. Poca metáfora, mucha sinceridad ideológica, al hueso sin ser burdos. Elegante Stone es nuestro ciclo que tiene que ver con todo esto, melodías muy arregladas, ritmos amables, bailables y disfrutables con letras directas que puedan representar al que las escucha.
—¿Por qué recomendarías a la gente que asista al show y escuche el EP?
—Que vaya a ver Cabeza de Cabra en vivo porque, además de sonar del carajo, damos un show. Tratamos de acompañar con la ropa, imágenes, y además somos bastantes graciosos y por momentos es un multishow. No estamos en esa postura parca y lejana al público, es disfrute. Y el EP, recomiendo escucharlo porque está tremendo, tiene canciones hermosas y además es gratis.
—¿Qué análisis realizás de la actualidad cultural en la ciudad?
—La ciudad de La Plata ha dejado de ser hace años ya cuna del rock, tiene un montón de cosas, y buenas, pero la vanguardia se perdió porque la cultura se elitizó aún más, porque el público ya no es el mismo, los costos son altos para construir propuestas interesantes, y el apoyo del Estado, bien gracias. En ese sentido no es que nació la resistencia cultural, que es de donde se construyen las mejores expresiones artísticas y que luego trascienden. Espero con ganas esa revolución cultural, porque incluso sanaría a la política, a los gobiernos que, sin duda, serían mucho mejor si tuviesen esa cuota de sensibilidad cultural que te permite mirar las cosas desde otro lugar. Que suceda.