entrevista

Carmen Maura, Daniel Hendler y Martín Mauregui hablan de Vieja Loca

La producción se presentó en el Festival de Sitges y ya tuvo su estreno en España.

Espectáculos

14/11/2025 - 00:00hs

Vieja Loca, de Martín Mauregui, marca la vuelta al cine argentino de Carmen Maura, acompañada por Daniel Hendler, con una actuación impactante. Hablamos con los tres para saber más del rodaje.

—¿Por qué dijiste sí? ¿Por qué le dijiste sí a este personaje?

—Carmen Maura: Porque me gustó mucho el guión. El guión tenía cosas, en fin, bueno, en realidad me cuenta muchísimo lo del director, que me caiga bien. Entonces, desde el principio él tuvo mucho sentido el humor en sus contactos conmigo y el guión que tenía, era más largo y tal, tenía muchas cosas que me gustaban mucho.

—Martín Mauregui: Ahora te gustan menos.

—CM: No, me gustaba muchísimo. Lo que pasa es que, bueno, hubo que hacerla, sobre todo, él me gustó mucho cómo llevaba el asunto de convencerme desde la película. Pero no recuerdo que te dijera que no, bueno, te dije que era mucho para mí, que no sé qué, que nos teníamos que conocer.

—MM: Tomamos un cafecito. Ella todavía, o sea, todavía no se había firmado nada, todavía no nos había dicho que sí oficialmente, la veía muy entusiasmada. En ella la notaba que quería ser el personaje, pero no la conocía, nunca había tenido, o sea, nunca, no habíamos hablado. Entonces dijimos, sigamos hablando así, por mail, no sé qué. Y bueno, hasta que nos vimos, yo ya sabía que podía pasar. Tuvimos un primer contacto, viste, tomamos algo, yo tomé algo porque ella no tomaba nada, pero yo me tomé una birra, no sé qué, y después, vamos a trabajar, me dice ella.

—La película tiene algunos temas, más allá del género que es como sociedad, ¿dónde asignamos a los adultos? ¿Qué cosas pueden hacer y qué no? ¿Les interesaba por eso?

—CM: A mí no, me da igual.

—Daniel Hendler: Y es que la verdad que uno trata de ponerse serio sobre las temáticas que roza la película. Pero la verdad es que yo también al leerla no sentí que hablaba sobre esos temas la película. Es una película de un género muy particular porque es un terror con humor. Y la verdad es que si el personaje de ella no hubiera sido una señora mayor en un punto daba igual.

—MM: Yo personalmente quería encontrar un personaje que fuese como una victimaria improbable que digamos que no es Hannibal Lecter. Que no es una señora mayor que está con ciertos trastornos. Pero más allá de eso, para mí una clave es encontrar al personaje en singularidad. Más allá de si es esto, lo otro, o el rango etario, o el género, o el sexo. Me parece que esas cosas le aportan al personaje. Pero desde la profundidad hay que buscarlo en eso. En el personaje mismo. Más allá de que sea una señora mayor.

—DH: Porque es verdad que es una victimaria improbable y en ese sentido sí se presenta como una viejecilla que quiere cocinar una torta. Entonces yo creo que ahí sí probablemente vos de alguna manera usas esa cuestión del viejismo, el abuelismo que le otorga a los mayores como esa cosa angelical para generar la sorpresa y la irrupción de lo más improbable y es en lo que se convierte esta señora.

—¿Fue divertido filmar esas escenas en las cuales están locos los dos?

—CM: A mí me fue divertido todo menos cuando le hago la cosa que le hago y se pone a llorar y a gritar. Porque ahí tontamente yo solo pensé en lo mío. Estaba como preocupada con esa escena y entonces como una tonta pensando si me pongo así, si me pongo así, y no pensé en él.

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