Venderán la casa de Freddie Mercury en Londres
La vivienda esta valuada en 30 millones de libras y se encuentra en el exclusivo barrio de Kensington.
Los intérpretes son parte de la adaptación audiovisual de una de las novelas más exitosas de la literatura española de todos los tiempos.
28/02/2024 - 00:00hs
Celia Freijeiro y Nacho Fresneda son parte de Reina Roja, serie protagonizada por Vicky Luengo, que llega este jueves a Prime Video con siete episodios, adaptando la primera entrega de la exitosa trilogía de Juan Gómez-Jurado (Reina Roja, Loba Negra, Rey Blanco).
Con un cociente intelectual de 242, Antonia Scott es la persona más inteligente de la Tierra. Su inteligencia le valió convertirse en la Reina Roja de un proyecto policial secreto y experimental, pero lo que parecía un don se convirtió en una maldición y acabó perdiéndolo todo. Cuando el hijo de una poderosa magnate aparece asesinado grotescamente en su mansión, y la hija del hombre más rico de España es secuestrada, la organización Reina Roja se pone en marcha. Mentor, antiguo jefe de Antonia, recurre a Jon Gutiérrez, un policía vasco y temperamental a punto de ser expulsado del cuerpo, para reactivar a Antonia. Por acá hablamos con Freijeiro y Fresneda para saber más de la propuesta.
—¿Habían leído la saga? ¿Soñaban con ser parte si en algún momento se llegaba a adaptar en película o en serie?
—Nacho Fresneda: Yo tengo que reconocer que no. Cuando tuve el casting me fui a mi librería a comprar el libro y ahí me informaron de lo grande que se había convertido Reina Roja. Pero lo que tengo que confesar es que no era no fan, y ahora me he convertido en uno.
—Celia Freijeiro: Yo tampoco había leído los libros ni era conocedora de la saga Reina Roja. Me interesó el proyecto en sí mismo y los guiones. Sabía que había un autor, que había un libro, que había un best seller, pero yo tomé la decisión de embarcarme en el proyecto a través del guion, de la showrunner y del director. Sabía que Juan estaba implicado en todo esto y que nos acompañaba, lo cual también nos daba seguridad y yo creo que estamos empezando, por lo menos yo, a ser consciente de lo que se genera, de la expectativa que hay y de los comentarios ahora en la promoción, que hemos dejado atrás el rodaje.
—Es mejor eso, ¿no?
—CF: Igual si te quitas esa presión no, eso no lo tuvimos.
—NF: Tuvimos otras cosas.
—¿Están recibiendo el feedback de los lectores? Es una saga de libros que tiene muchos fanáticos en todo el mundo, ¿les están escribiendo por redes sociales y demás?
—NF: Yo es que no tengo redes sociales.
—Pero dale, Nacho, no leíste el libro, no tenés redes sociales…
—NF: Voy de raro, hoy en día para hacerte el raro no tienes que tener redes sociales. Pero sí que me está llegando todo esto que dicen que arde Twitter. Me sorprende y me halaga. Es una responsabilidad y espero que los lectores que esperan esta serie, pues, les satisfaga.
—CF: Hoy ha sido un día muy gratificante también porque estamos hablando con todos vosotros, periodistas, y la verdad que los comentarios son muy buenos y la enhorabuena parece muy sincera y muy honesta, que no siempre ocurre. Estamos muy contentos y a Juan, el autor, al equipo, les encantó lo que hicimos, y a la productora, plataforma, dirección. Para nosotros es una responsabilidad, y luego verla con la distancia, disfrutarlo y ver a mis compañeros hacer un trabajo excelente a mí me ha gustado como espectadora.
—¿Cuál fue el principal desafío para cada uno que les significó la serie y encarnar a Carla y Ezequiel?
—NF: Desde el primer momento que te ponen este proyecto delante, sabiendo quienes están a cargo y sabiendo que era no ir a un terreno conocido, buscando dentro de nosotros desde las posibilidades que da el texto, eso nos ha permitido llegar a sitios que no soñábamos llegar. Ese trabajo de búsqueda me parece alucinante cuando estás en tan buenas manos. Yo creo que hay que dejarse llevar y en ese sentido ha sido de esos trabajos que estoy seguro que te dejan huella a ti como partícipe.
—CF: Cuando te planteas así un personaje y el trazo grueso, que es una rica heredera que lo tiene todo y la secuestran, y es la víctima que buscan para rescatar, parece que es una cosa como un poco plana. Yo creo que uno de los puntos fuertes de esta serie es que ninguno de los personajes lo es. Mostramos las costuras y redimensionamos los personajes, no nos quedamos solo en el primer matiz, sino que mostramos la vulnerabilidad de todos, la herida de todos, las costuras de todos. El reto en mi caso era estar encerrada, sufrir mucho y que se viese ese sufrimiento, pero también el viaje emocional de ese personaje, ¿no? Cómo se aferra a la supervivencia, al deseo, a la luz, a cómo poner a funcionar todas sus herramientas que ella creía que no tenía y de pronto descubre que es más fuerte de lo que cree, que tiene más recursos de los que aparenta y cómo sale cambiada de esa celda.
—Imagino que el rodaje debe haber sido muy intenso, ¿qué hacían cuando salían?
—CF: Pues la verdad es que estuvimos encerrados, literal, yo en la celda encerrada literal un mes y pico y hasta me daban a veces notas desde fuera de la celda. Compartíamos interpretación, viéndole a Nacho solamente los ojos, los ruidos y la energía que transmitía. Y es verdad que te deja un pozo físico, porque el cuerpo no sabe que es mentira lo que estás haciendo, y estás encogida, encorvada, tiritando, gritando emocionalmente en todas las escenas de alta tensión y sí que costaba más como deshacerte de eso. En todo el rodaje no me podía prácticamente mover por el encierro y porque además tenía prótesis de todo tipo, heridas y mojadas, tardaba una hora en desprocesarme y también con eso lo sufrimos un poco. Pero bueno, el resultado merece la pena.
—NF: En estos personajes hay una parte que evidentemente ya no es, y estamos de acuerdo que no estamos las 24 horas con el personaje, y si trata mal a la gente, tú también, lo tratamos desde otro punto. Si hay algo que dijo ella que es que el cuerpo no sabe que es mentira, y le mandas señales de padecimiento y tensión, y además rodamos el encierro de manera cronológica, había un cansancio físico. Pero recuerdo llegar a casa con alegría, más allá que tenía tres horas de maquillaje y una hora para salir, pero estaba pletórico, lo viví con gusto y lo recuerdo con mucho cariño.