David Bowie, un héroe que vivió el éxito y el anonimato final

Nacido en Bromley, una ciudad ubicada en el sur de Londres, David Bowie creció en el seno de una familia rígida. En el colegio se hizo amigo del guitarrista Peter Frampton. Allí dieron origen a las primeras formaciones musicales que integrarían por aquel entonces.

Tiempo después, el joven David se pelearía con un compañero por el amor de una chica, y recibiría un golpe en el ojo por el que debió ser intervenido en más de una oportunidad. Si bien las operaciones fueron exitosas, le quedó una secuela que produjo un color diferente en uno de sus ojos, dándole su característica distintiva.

Poco a poco, el artista comenzó a sonar en la escena vanguardista de esos años, brindando shows en discotecas. Lucía maquillaje extravagante, trajes especiales y hacía performances en vivo junto a sus compañeros de banda. Apelaba a otras herramientas tales como el teatro, la técnica de los mimos y la danza contemporánea.

Poco antes de arribar los años ‘70, se consagró con el lanzamiento del primer gran éxito comercial con la canción Space oddity que se dio a escasos días de la llegada del hombre a la Luna. Esto no tuvo que ver al momento de la inspiración puesto a que Bowie tuvo como fuente a la obra de Stanley Kubrick.

Las producciones fueron llegando una tras otra, también crecía su popularidad. A la par, le adjudicaron romances y momentos íntimos con figuras de primera línea como Elizabeth Taylor, Susan Sarandon, Bianca Jagger y Marianne Faithfull.

Con la evolución de la música también advino la modificación de su fisonomía. En este sentindo, Bowie expresó en una entrevista a un medio de alcance internacional: “Soy un ladrón de buen gusto. El único arte que voy a estudiar es el que pueda robar”.

También sucedieron colaboraciones con sus compañeros de escenarios que se convirtieron en temas legendarios como los momentos vividos junto a Jagger, Tina Turner, Annie Lennox o Freddie Mercury. En la cúspide de su carrera, el hombre conoció a una mujer llamada Angie que se convertiría en su primera esposa y madre de su hijo Duncan Jones. Ambos trabajaban para la discográfica Mercury Records. La pareja fue la creadora de toda la estética que llevaron a cabo en el arte en lo que duró el matrimonio.

Luego de unos cuantos años en comunión, esta relación creativa y amorosa llegó a su fin, en excelentes condiciones.

A principios de los años 90, el músico tuvo una cita a ciegas con una modelo africana llamada Iman. El flechazo fue inminente y allí no se separaron más. Sucede que comenzaron a salir y luego pasaron por el altar. Se convirtieron en padres de una niña y estuvieron juntos por más de dos décadas.