“Es una alegría que los teatros se abran nuevamente para poder volver a trabajar”

Esbelta y talentosa, Viviana Saccone es una actriz consagrada que ahora protagoniza junto a Rodolfo Ranni la comedia negra titulada Divino divorcio, que tendrá una función especial este domingo a las 19, en 4 entre 51 y 53.

—¿Qué podés contarnos sobre el argumento de la obra? ¿De qué va esta historia tan real en los tiempos que corren?

—La obra trata sobre la historia de un matrimonio que tras permanecer juntos por veinte años, terminan divorciándose. En realidad, él se lo concede porque ella se lo pide desde hace varios años y entonces quieren hacer un mega­evento para celebrar la separación. En este contexto quieren festejar los años de unión pero también esta nueva circunstancia en sus vidas. Sin embargo, van a contratar a un divorce planner para que arme el ágape y así invitar a todos los involucrados en este hecho. Al menos es la ilusión o el inicio del desarrollo de la obra que va contando esta organización y el desarrollo hasta el final que quizá no termina siendo lo que todo el mundo espera.

—Ahora interpretás a la mujer de esta pareja, ¿qué características tiene el personaje? ¿Cuánto de vos le pusiste al construirlo?

—Para esta entrega, me pongo en la piel de Mecha, la mujer que está divorciándose y armando una fiesta por ello. La verdad es que este personaje no tiene nada que ver conmigo. Antes de comenzar a elaborar este rol, comencé a tener charlas con el director, a compartir junto a mis compañeros, en este caso Rodolfo Ranni. Así charlamos sobre la historia, lo que les está pasando a los personajes, y empezamos a jugar un poco con lo que nosotros sentíamos. Además con todo lo que teníamos para contar y las herramientas que están dadas por las experiencias, vivencias, o cosas que sabemos, lo que vemos, lo que nos nutrimos, aquellas situaciones propias de la vida, y también de las ajenas.

—Con las aperturas paulatinas pudieron regresar a las tablas con más de una experiencia teatral en su haber luego de un año de ­inactividad...

—Es maravilloso esto que está pasando. Es una alegría que los teatros se abran nuevamente para poder volver a trabajar. Además me encanta poder seguir llevando las obras de teatro al interior donde la gente nos espera con más ansiedad que antes porque no se puede viajar con tantas posibilidades como antes. En muchos casos reabrimos salas que estuvieron cerradas por más de un año por todo esto que está pasando. Es muy lindo esto que se vive porque la gente disfruta de la obra, ve un espectáculo que le gusta, le divierte y además festeja estar de nuevo en el teatro. Es una linda ­ceremonia.

—A la hora de componer personajes o acudir a determinadas herramientas para realizar tu trabajo, ¿a qué aristas interpelás?

—Utilizo de forma consciente o inconsciente algunas partes de la historia personal. No estoy hablando de la memoria emotiva o de usar adrede una situación personal para ponerla a disposición de un personaje. Lo que sí, ­noso­tros, los actores, somos nuestra propia herramienta de trabajo entonces se trata las emociones, los sentimientos, los cuerpos, cada uno de ellos, los que están en juego. De alguna manera, todo eso que somos y hemos vivido está dentro nuestro. No solo en historias personales sino también aquello que vemos, sentimos, pensamos, todo eso a la hora de actuar de una u otra manera se pone a disposición de lo que estamos haciendo.

—¿Por qué recomendarías al público que concurra a ver esta función?

—Es una comedia divertida, es un momento para que las parejas puedan sentirse identificadas y así suceden cosas donde podemos reírnos. Este género es bastante irónico, sarcástico, está bueno reírse, divertirse, sobre todo en momentos tan difíciles como los que estuvimos pasando. Además, para mí, el teatro y toda la gestión cultural es sumamente importante. Entonces, que la gente asista al teatro es una forma de apoyar para que la cultura siga floreciendo. Los invito a que nos acompañen en esta experiencia. Que lo disfruten.